La historia de un idiota

837 117 18
                                    

Desperté por el frío sobre mi piel, el invierno había llegado como nunca

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Desperté por el frío sobre mi piel, el invierno había llegado como nunca.

Nike estaba ayudándome a vestir pues las botas de nieve me costaban trabajo.

—¿Te hizo algo ese imbecil? —preguntó mientras amarraba mis agujetas.

—No —respondí sin ánimos.

Mi hermano bufó molesto.

—Pero te lo dije, ese idiota te iba hacer daño pero nunca me haces caso —me regañó.

—No me hagas sentir peor —gruñi.

Mi hermano suspiró y se sentó a mi lado.

—¿Fue grave? —preguntó mirándome.

—Se besó con otro chico —conté— con Louis para ser exactos.

—¿Volvió? —preguntó sorprendido.

Yo solo asentí recordando ese momento.

—Es tu primera relación Wint, eres mi hermanito y por más que quiera que dejes a ese idiota la verdad es que si lo amas tanto como creo no dejarás que un simple beso arruine lo que tienen —aconsejo.

Me quedé pensando en lo que me dijo.

—No es el beso sabes, pudo haberse besado con cualquiera y no hubiera sido nada —explique— pero fue con quien se lo dió, saber que hubo algo es el problema.

Nike lo pensó por un momento.

—Sabes no todo es lindo en una relación, solo puedo decirte que si te rindes a la primera no tendrás otra oportunidad —dijo serio.

No estaba seguro de aceptar sus consejos pues para ser honestos su única relación era en secreto y con una mujer qué pasa por su madre.

Mi hermano me llevo a la escuela pues quería ver a su mujer.

—Hagas lo que hagas hoy será tú decisión —me dijo antes de bajar— te apoyo en lo que decidas.

—Gracias —sonreí.

Lo abrace fugazmente, su mujer llegó.

—Hola Winter —saludó feliz.

—Hola Tris —contesté.

—Tu hermano me dijo que tuviste un mal día ayer así que prepare tu favorito —guiño un ojo.

—Gracias —dije más feliz— ella si te conviene.

Mire a mi hermano y solo podía ver amor, un amor al que no le importaba la barrera de edad.

Baje del auto repitiéndome lo que haría cuando viera a Santiago, tendría calma, no me alteraría y lo dejaría hablar... o al menos ese era el plan hasta que lo vi.

Quise hacerme al que no lo había visto pero no era nada discreto pues me eché a correr.

—Invierno —me llamó.

Winter Jones, las sombras de invierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora