Savage RyeoWook

Savage RyeoWook B 🤷

12 Dic 2019

Autor: Lindsay
Edición y adaptación: Gatortuga
AU

👨‍❤️‍💋‍👨

-¿Por qué ese nombre me suena familiar?

-Porque muchas veces me has oído hablar de Kim HoonBin.

-Ah, ese gran amigo tuyo que murió... ¿cuánto hace? ¿Trece o catorce años?

-Catorce.

Como él no dijo más, HyeRim volvió a fruncir el entrecejo, esta vez con fastidio. Por lo visto, tendría que arrancarle los hechos uno a uno.

-SooRi debe de ser la esposa de HoonBin; mejor dicho, su viuda. ¿Qué tiene que ver ella con el compromiso de Ryeogu? ¿Y cuándo lo hiciste?

-La semana pasada.

Como su exasperación iba en aumento, ella habría querido que HwaSub no limitara tanto sus respuestas.

-¡Pero si la semana pasada estuviste aquí! Señaló. Y tampoco tuvimos visitas.

-El compromiso es con el hijo de HoonBin. Escribí a SooRi para recordárselo y le sugerí que era sobradamente tiempo de que su hijo viniera por su "novia..." aunque no con esas palabras. Fui muy diplomático. Pero la esencia es la misma.

HyeRim estaba más que estupefacta. Nunca había oído una palabra de ese acuerdo.

-¿Por qué nunca mencionaste ese compromiso? Supongo que ha de ser muy antiguo, por lo menos, anterior a la muerte de HoonBin. ¿Y por qué te has pasado todos estos años paseando buenos partidos ante las narices de Ryeogu, con la esperanza de que alguna le interesara, si ya estaba prometido a ese... cardiniano, sería?

Una vez más, él respondió sólo a la última pregunta: -Sí.

Ella le ofreció una sonrisa.

-¿Y a qué viene esa cara larga, querido, si ese enlace debe encantarte? Luego hizo una pausa para sacar sus propias conclusiones. Cierto son hombres.

-No me digas que lo tuviste en el olvido hasta la semana pasada.

-No, no fue un olvido. HwaSub bebió el resto del vaso y se sirvió un poco más de vodka antes de agregar: -Nunca existió.

HyeRim ahogó una exclamación.

-¿Qué estás diciendo?

Él volvió a rehuirle la mirada. Tuvo que beber otro poco para explicar: -Lo que escribí a la condesa era casi todo mentira, con unas pocas verdades intercaladas. En realidad, cuando nació Ryeogu, HoonBin y yo hablamos de casar a nuestros hijos. Esa parte es cierta. Lo analizamos extensamente, porque a ambos nos parecía una idea estupenda. Pero nunca pasó y no lo oficializamos.
Al fin y al cabo, teníamos tiempo de sobra y se conocieran: Ryeogu aún no había cumplido el año de edad y el chico de HoonBin sólo tenía seis. Bueno... ahora ya sabes lo que he hecho.

HyeRim dejo escapar un suspiro.

Las cosas no eran tan graves como había pensado; se podían corregir despachando inmediatamente otra carta. Sólo para estar segura de haberlo entendido todo, dijo: -Has reclamado un compromiso que nunca se estableció, aprovechando que tu amigo a muerto y ya no puede contradecirte. ¿Por eso has tardado tanto en decírmelo?

-Cuando lo hice estaba borracho.

-Fue la noche en que te quedaste en la aldea para ayudar a esa parturienta. Cuando se me ocurrió parecía la solución perfecta para Ryeogu y dejará de ser tan atrabancado. En realidad, no tengo la menor duda de que, si HoonBin no hubiera muerto, habríamos casado a nuestros hijos siete años atrás.