—Papá, sé que nunca te dije todo lo que en verdad sentía por ti, sabes aún recuerdo ese día, espero que tú igual. ¿Recuerdas cuando me castigabas por no hacer las cosas?, no imaginas el dolor que me ocasionabas. A veces me lastimabas, pero no te iba a mostrar lo mal que estaba por dentro. "Lily, anda a tu cuarto y espérame", ¿Alguna vez pensaste en mí?, ¿Pensaste en lo que podías ocasionar?—Me levantó del pasto que rodea la tumba de mi padre.
Algún día espero poder contar toda la verdad, decir todo lo que me lleva atormentando cada noche. Liberar ese gran peso que no me deja descansar.
Mi padre era un hombre honorable, en su trabajo era alabado por la mayoría de los trabajadores. Cuando aún vivía junto a mí, me contaba emocionado lo que le habían dicho. Tiempo después su personalidad cambió, mi madre ya no estaba con él, aunque prácticamente nunca lo estuvieron. Nunca tuvieron sentimientos que los entrelazarán, lo único que de alguna forma los unía éramos nosotros, Owen y yo. Mi relación con él era buena, muy buena, hasta unos meses después se empezó a comporta de forma extraña conmigo, desde ahí ya nada fue igual.
Desde ahí mi vida tomo otro rumbo.
Desde ahí las noches se hicieron más largas.
"La verdad pronto saldría a la luz", me trataba de creer eso. Trataba de pensar que alguien se daría cuenta, pero para el mundo era invisible, porque solo soy yo, en un lugar lleno de mejores personas.
Solo soy yo.
¨¨¨
La vista desde aquí es muy limitada, eso es lo que más me molesta, además de las personas con sus vestimentas descoloridas y con sus caras serias. Hay más personas como yo. Está plagado de jóvenes como yo, pero ninguno me escucha. Nadie se me acerca, para todos soy alguien extraña, al igual que ellos para mí.
Las ventanas suelen dejarlas abiertas por un par de minutos, ¿por qué?, ni idea, solo las abren y cierran cuando lo creen necesario. Los pasillos suelen estar vacíos, a nadie le gusta escuchar ciertas cosas que provienen de las oficinas. Mi madre dice que no me acerque, porque puede pasarme algo.
A mi madre no le gusta este lugar, viene algunos días, para que pasemos el rato, aunque siempre me termina contando sobre ella, en vez de tomarme atención, siento que soy como su psicóloga, o una grabadora, que solo está para escuchar problemas ajenos. Desde siempre ha sido así, mi madre suele contarme absolutamente todo, sus primeras experiencias amorosas, sexuales, de trabajo, mientras que en mi caso si le cuento algo lo encuentra completamente tonto y sin sentido, como si el hecho de ser una adolescente me hiciera poco interesante, con problemas no tan graves.
Los adultos nos ven como simples marionetas las cuales son libres de usar a su antojo, prohibiéndonos salir, evitando que experimentemos, disfrazando todo eso con palabras como "Te puede pasar algo", "solo veo por tu futuro". Somos demasiado manipulables, somos influenciables, somos inocentes, o bueno eso piensan ellos.
Owen es un chico muy fácil de manipular, mi madre sabe cómo y qué decir para que cumpla con dichas cosas, mi padre nunca lo obligo a hacer nada, ni tampoco hacia algo para que cumpliera con sus obligaciones, la verdad es que nunca se llevaron bien, supongo que es algo normal, es común que haya más conexión entre madre e hijo que padre e hijo, al igual que madre e hija, suele, generar bastantes conflictos.
Mi madre cuando me pide cosas suelo contestarle que lo haga ella, no porque sea floja, o no quiera hacerlo, solo que ella puede hacer sus cosas sola, tiene dos piernas y dos brazos, para caminar y alcanzar lo que ella desea, por eso es que tiene mayor conexión con Owen.
—Debe volver la señorita.—Pide amablemente la mujer.
—Claro.
—¿Volverás?—Murmura un "Sí".—Creo que es mejor que no.—La dejo con la palabra en la boca.
—Señorita, procure no volver a hacer un escándalo.
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Las paredes se cierran
Teen Fiction> Las paredes se cierran asfixiándome, sofocándome, llevándose la poca cordura que creía tener. -•- Créditos de portada a @lovelypois0n