Capítulo 3

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M: este puntito que ves allí, es nuestro bebé… (mirándolo emocionada)
E: ¿Qué estás diciendo, María? (notando de pronto que sus ojos se humedecían)
M: vamos a ser papás nuevamente, mi amor
E: María, mi amor (tomándola entre sus brazos y estrechándola contra sí) no sabes que hermosa noticia me acabas de dar. Te amo, te amo (besándola dulcemente)
M: y yo a ti, gracias por convertirme en madre nuevamente (respondiendo gustosa a sus besos)
E: hola, mi amor (arrodillándose frente a María y acariciando su vientre aún plano) yo soy tú papá (levantándole la blusa para besarle la panza) y quiero que sepas que serás el niño más querido del mundo…
M: mi vida… (viéndolo con adoración y acariciando su cabello)
E: pero ¿cómo? (incorporándose)
M: esa pregunta creo que está demás ¿no? (riéndose de su cara) mi amor, nunca nos cuidamos, y pues hemos sido muy constantes (sonrojándose)
E: es verdad (ahora riendo él a su costa) pero ¿Cuándo fue?
M: tengo seis semanas, eso me hace pensar que fue el día que me besaste a la fuerza, e hicimos el amor encima de tu escritorio (Acalorándose de pronto)
E: lo recuerdo, y tú también correspondiste a mi beso (besándola) Tenemos que salir a celebrarlo, y ya con el embarazo no podremos seguir manteniendo oculta nuestra relación… pronto te brotará el vientre y todos lo notarán…
M: así es…
E: ven vamos, te invito a cenar.
M: vamos, ya tu hijo me está pidiendo comida

Se dirigieron al restaurante favorito de María y para su sorpresa, estaba todo decorado con tulipanes rojos, todo muy bonito para una cena romántica.

M: no sé cómo haces todo para sorprenderme (mirándolo embobada)
E: porque tu mereces solo lo mejor, mi amor (besándole una mano)
Cenaron y compartieron muy a gusto hasta que de fondo comenzó a sonar Víveme…
E: María… (Arrodillándose frente a ella con una cajita en sus manos)
M: Esteban, ¿qué haces?
M: María, mi amor… ¿quieres volver a ser mi esposa? (abriendo la cajita y mostrando el anillo que contenía en su interior)
M: mi amor… claro que sí (Esteban se levantó, le puso el anillo y selló el momento con un beso, mientras que las demás personas que se encontraban en el restaurante aplaudían)
E: ahora nada ni nadie nos podrá separar, mucho menos ahora que viene nuestro hijo en camino
M: así es mi amor, pero no dejo de tener miedo del asesino de Patricia…
E: no les pasará nada yo lo voy a proteger, a ti y a nuestros hijos…

Se fueron al departamento de María y allí continuaron la celebración, esta vez más íntima… se desvistieron mutuamente, sin prisas…

M: mi amor, no me vas a romper (esperando que dejará caer su peso sobre ella)
E: no quiero hacerles daño (aguantando su peso con sus brazos)
M: no lo harás… ven aquí (logro que se recostará sobre ella, él la hizo abrir sus piernas y lentamente se comenzó a sumergir en su interior) Así… (Cerrando sus ojos ante la invasión)
E: eres perfecta, María… (besó su cuello, y bajó lentamente para saborear sus pechos, sin dejar de lado el vaivén de caderas)
M: mmm
E: estás muy sensible… (escuchándola gemir cada vez más fuerte)
M: es el embarazo…
E: despertaras a Vivian (riendo en medio de la pasión)
M: no empieces, Esteban (gimiendo contra su oído) continúa (agitando sus caderas, mientras que sentía que una de las manos de Esteban se perdía entre sus cuerpos)
E: me encantas (besándola para acallar sus gemidos)
M: estoy por llegar… (jadeando fuerte)
E: yo también…
Se besaron y Esteban se vació en su interior…
E: ven acomódate a mi lado (abriendo sus brazos para que ella se recostara en su pecho).
M: tengo sueño…
E: los estragos que hará nuestro bebé en tu cuerpo (sonriéndole con infinita ternura mientras que una de sus manos se perdía en su barriga para acariciarla) tenemos que hablar con los muchachos…
M: tengo miedo…
E: tendrán que aceptarlo, ya es un hecho que viene el bebé en camino y tu lugar es junto a mí en la mansión…
M: lo sé, pero eso no quita que me ponga nerviosa… ya viste como se pusieron la otra noche que tú me trajiste a casa.
E: poco a poco, mi amor… ya verás que todo saldrá bien…
M: eso espero, Esteban…
E: sobre la boda… quiero que sea lo antes posible (mirándola fijamente a los ojos) sólo la civil, bien sabes que ante Dios seguimos casados, y cuando nazca el bebé quiero que renovemos los votos religiosos, con todos nuestros hijos presentes
M:  Está bien, me encanta tu idea (suena el celular de Esteban) Contesta, mi amor. Pueden ser los muchachos…
E: ¿Bueno? (viendo que la llamada era de la mansión) Hija… hoy no llegaré a dormir… (mirando a María) avísales a tus hermanos que mañana quiero platicar con ellos al desayuno, que me esperen… gracias, mi amor. Nos vemos.
M: así que mañana será el gran día…
E: así es, ahora descansa, descansen que yo velaré sus sueños…
M: gracias, mi amor…
E: buenas noches, mi vida (besando dulcemente su cabeza)

El beso que desencadenó todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora