(6) 여섯

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A ChangBin le gustaba asistir a la escuela, pero ahora no podía dejar de pensar en que el pobre SeungMin debía estar solo en casa todo el día.

Nunca había sentido la emoción de ir al recreo.

O jugar con sus amigos.

O ir a almorzar en grupo.

¡Que feo sería eso para ChangBin!

Ahora se encontraba en medio de las clases de arte, dibujando una tarjeta con un pingüino para su nuevo amigo.

Y nunca se había preocupado tanto de pintar sin salirse de la línea.

-ChaaaaaangBin, vamos a jugar.- Un despeinado Jisung de cabellos castaños apareció. Se veía mucho más pequeño que ChangBin, pero asistían al mismo grado.

-Jisungie, no puedo jugar. Debo terminar mi tarjeta para SeungMinnie.

-¡Qué bonitoooo! Pero, ¿Quién es SeungMinnie?

-Es mi nuevo amigo.

-¿Dónde está? ¿Es imaginario?

-Que malo eres. SeungMinnie no viene a esta escuela y sí existe.

ChangBin le sacó la lengua y siguió pintando su dibujo. Aunque también pensaba en cómo podría ayudar al niño de cabellos castaños a que pudiera asistir con él a la escuela.

¡Que ganas tenía de que SeungMinnie le esperara afuera del salón para poder ir al recreo juntos! Pero para ello, tendría que trabajar mucho. Y así le podría presentar más amigos al menor.

Sonrió, dejando ver sus encías y miro por última vez su dibujo antes de guardarlo en su mochila.

Pasitos de pingüino |  •Seungbin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora