Pasitos de pingüino | •Seungbin•

(13) 열 셋

ChangBin era un chico de 17 años con gustos comunes para alguien de su edad.

Por eso, después de un tiempo, su relación con SeungMin se fue distanciando poco a poco.

ChangBin salía mas con sus amigos a fiestas y juntas, mientras SeungMin volvía a su estado antisocial otra vez.

El pequeño castaño no tenía a nadie más, Felix iba a verlo cuando tenía tiempo. Veían películas juntos pero no era lo mismo que estar con ChangBin.

Lo peor era que SeungMin no sabía cómo decirle a ChangBin lo que estaba sintiendo.

Se veían tan pocas veces ahora, y no encontraba el momento para decírselo.

Creía que ya no le importaba al mayor.

Los días fueron pasando.

SeungMin marcaba en su calendario los días que ChangBin vendría a casa, eran poquitos. Cada uno tenía un sticker de un pingüino pequeño.

Pero el mayor apenas y le prestaba atención

SeungMin estaba triste.

Se cansó de la situación con rapidez, su madre le decía que cuando uno quería mucho algo, hacía lo que fuera necesario para conseguirlo.

Así que un día, mientras estaban sentados en el sillón viendo caricaturas, SeungMin tomó aire y se armó de valor para hacer lo que tenía pensado.

ChangBin iba a pararse para ir a su casa, pero SeungMin estiró los brazos y abrazó su cuerpo justo antes de que el mayor pudiera hacer algo.

El de cabellos rojizos quedó sin respiración por un segundo.

-SeungMin, tú...

-No te vayas, por favor, hyung. No quiero que dejes de ser mi amigo.- El castaño estaba llorando, soltando toda su angustia y sintiendo el miedo y ansiedad recorrer su cuerpo, más no le importó. Trató de ser valiente.

Y ChangBin comprendió que sí sabía que estaba alejándose de SeungMin, pero era para evitar exactamente lo que estaba sintiendo en ese momento.

Supo que ya no quería a SeungMin como un amigo, en realidad, lo quería como algo más.