No recuerdo exactamente como fue qué llegue aquí, las persianas de la enorme habitación oscura estaban cerradas.
Lo último qué recuerdo es a mi manager Green gritarme qué saliera rápidamente al escenario y después todos mis recuerdos fueron borrados, un escalofrió recorrió mi semidesnudo cuerpo las sabanas qué me cubrían se encontraban ahora tiradas sobre la alfombra fina y yo estaba temblando de lo fría qué estaba la habitación. Me levante de la cómoda cama y camine hacía la puerta qué suponía que era la salida y saber de una maldita vez qué era lo qué estaba sucediendo aquí, al girar la perilla esta se encontraba atrancada solté un gruñido nada femenino y golpe la puerta con desesperación. Estaba a punto de hecharme a llorar, aquella no era la habitación del hotel donde me hospedaba con Green y empezaba a temer lo peor pero no era posible en los eventos en los qué asistía la seguridad era algo que sobrara, descarte por un momento aquello qué solo de imaginarlo me daban ganas de romper como sea la ventana de la habitación y aventarme sin importarme la altura donde me encontrará.
Pensé en la posibilidad de Green haciéndome una mala broma, Green era uno de mis mejores amigos desde la preparatoria algunas veces me ha hecho bromas qué me han sacado más de un susto y siempre terminaba llorando en el proceso le aseguré que me vengaría, tal vez esta sería la gota qué derramo el vaso, después de pensar bastante rato en las posibles circunstancias en las del por qué estaba en esa habitación sola la perilla de la puerta dio vueltas abriéndose y de ahí entro un hombre qué no pude distinguir pero estaba segura qué ese hombre no era Green.
Mi cuerpo tembló al escuchar los pasos del hombre acercarse en la cama donde estaba semidesnuda y aterrada, de un momento mis mejillas ya estaba empapadas de mis lágrimas y un nudo en la garganta se me formo y quise gritar pero era como si me sujetaran el cuello y no pudiera articular ni un sonido.
— Mon amour..
