Justin
¿Cómo es posible que sean tan incompetentes? Tenían sólo una tarea y era cuidar de Kendall. Dios mío ahora mi pobre amour se ha hecho daño, y todo por culpa de éstos idiotas. Pero si algo grave le llega a pasar a ella, no creo que vivan para contarlo...
—Ella está bien, sólo fue una contusión en la cabeza y afortunadamente la herida que se hizo en la planta del pie no fue profunda, con que se desinfecte seguido y guarde reposo estará bien. Esperemos que con el medicamento que le acabo de suministrar disminuya su dolor en cuanto despierte. — Dijo el médico que había mandado a traer mientras revisaba a mi chica.
—Pero se pondrá bien ¿verdad? — Pregunté preocupado. Dios no quiero que nada le pase.
—Por el momento sí, tendremos que esperar a que despierte para ver que rea... — Se interrumpió al ver que estaba despertando. —Señorita, ¿cómo se siente?
Observamos como Kendall iba despertando poco a poco acostumbrándose a la luz de la habitación, se agarró la cabeza en señal de dolor, oh mi pobre bebé, ya estoy aquí. De pronto me miró, y miró al doctor y sus ojos se inyectaron de confusión y extrañeza.
—Me duele mucho mi cabeza, ¿Qué me pasó? ¿En dónde estoy? ¿Quiénes son ustedes? —El médico revisó sus ojos con una lámpara pequeña mientras le preguntaba.
—¿Cómo te llamas? Recuerdas ¿cuántos años tienes? — Automáticamente sus ojos se abrieron aún más por el asombro. Yo me mantenía al margen sin decir una sola palabra, temía de su reacción al verme.
—No... Dios no lo sé. — Se miraba muy preocupada y entró en pánico. —No lo recuerdo.
El doctor me miró, y luego la miró a ella mientras guardaba sus cosas.
—Tranquila, trata de no alterarte mucho. Escúchame, sufriste una caída y te golpeaste la cabeza provocando una contusión, además sufriste una herida en la planta de tu pie por lo que es de importancia que guardes reposo. Respecto a tu memoria, volverá poco a poco, no tienes nada de qué preocuparte, tu novio me llamó en cuanto te accidentaste, él te cuidará, te recomiendo tomar tus analgésicos. Estarás bien, los recuerdos llegarán en cuánto continúes con tus actividades, pero de cualquier manera, debo descartar cualquier problema que te haya podido ocasionar y tendrás que ir a hacerte unos estudios. ¿De acuerdo? ¿Tienen alguna duda?
Ella se quedó callada y me miró, por un momento nos quedamos mirando fijamente, ella se veía hermosa como siempre. De repente recuerdo al doctor y me apresuro a agregar.
—Muchas gracias doctor, yo me encargo de que cumpla todas las indicaciones. — Estrecho la mano de médico y lo despido.
—Recupérate pronto. Cualquier cosa no dude en llamarme señor Bieber. —Acompaño al doctor a la salida, dejando a una Kendall confundida recostada en su cama.
En cuanto regreso a la habitación con su comida y los analgésicos que le tocan a ésta hora. La veo sentada recargada en el respaldo jugando con sus manos en señal de nerviosismo, levanta la mirada hacia mí y después la desvía.
Se queda mirando cada movimiento que hago cuando preparo la mesita para que coma aquí y leo la receta para saber que medicamento le toca.
—Eeh yo.... — Se pone nerviosa al hablarme y alcanzo a ver que se ruboriza al verla y desvía la mirada. — Ne... necesito ir al baño. —Dirige su mirada a su pie vendado.
Ahí caigo en la cuenta de que necesita ayuda para levantarse.
—Si claro, permíteme ayudarte. —Tímidamente me rodea con sus brazos y la cargo. Puedo sentir que está muy tensa, en cuanto llego la dejo con cuidado y ella se recarga en el lavamanos. — Gracias. —me dedica una leve sonrisa y me abruma un sentimiento cálido en el pecho. Salgo rápidamente del cuarto de baño y cierro la puerta detrás de mí.
Salgo de mi ensoñación rápidamente y acomodo una mesita donde coloco la bandeja de alimentos que traje conmigo. Terminando me acerco a la puerta de baño y doy leves toques. — ¿Terminaste?...
—Ohm sí, he terminado. — Abro la puerta y la cargo para llevarla a la cama a comer. Cuando la dejo se recarga en el respaldo y yo acerco la mesita que prepare para ella.
—Espero que tengas apetito. — le digo y me sonríe abiertamente y empieza a comer, mientras la veo comer vorazmente y me pregunto qué le responderé cuando me pregunte que hace aquí. Pero por ningún momento le diré que esta retenida aquí.
Sé que no está bien, pero no me pudo caer mejor esta oportunidad, y pues aunque no me gusta mentir, tengo que hacerlo ahora, decir: "Oye intentaste escapar de mí porque te secuestré y realmente no sabes quién soy". No, definitivamente no le diré eso, la alteraría mucho así que decido seguir con lo que dijo el doctor.
Me siento a su lado y tomo su mano y la acaricio por primera vez, se siente tan suave y delicada que suelto un suspiro mientras la miro...
—Sé que en este momento debes estar muy confundida y contrariada, pero confía en mí, no te hare daño. Te ayudare a recordar poco a poco. — Le dije mientras la miraba fijamente. Vi que poco a poco la tensión de sus hombros iba desapareciendo pero en sus ojos aun podía ver esa inquietud.
—Podrías decirme lo básico. Es que realmente no recuerdo nada, ni como me llamo y lo siento pero tu cara no me resulta para nada familiar. —Vi que hizo una mueca como lamentándose ese hecho.
—Mira, yo puedo responder todas tus inquietudes. — Lo siento pero tengo que protegerte de mi oscuridad. — Tu nombre es Channel Henderson Brown y tienes 24 años, yo soy Justin Bieber y nos conocimos hace un año, y iniciamos nuestra relación 2 meses después, hasta hace poco decidimos vivir juntos. — Digo mientras agarro un mechón rebelde de su cabello y lo coloco atrás de su oreja.
—Entonces sí somos novios. — Dijo ella de manera tímida, y se queda pensando como procesando la información. — ¿Y mi familia?
—Así es. Bueno de tu familia solamente está tu madre, tu padre falleció hace algunos años. Lo siento mucho. — Al menos eso no es mentira. — Por lo que me contaste, tu madre los abandono cuando aún eras muy pequeña, al parecer rehízo su vida con otro hombre, así que nunca te busco. Tu eres estadounidense de California, allá viviste tu infancia con tu padre. Después de su muerte te mudaste a Francia y fue donde te encontré— Si me pagaran por mentir, no perdería el tiempo en mi empresa.
Agacha la cabeza. —Ni si quiera puedo recordar los últimos momentos que viví con mi padre. — En ese momento lamento haberle dicho eso, pero en sí, es verdad lo de su padre. La tomo en mis brazos y la abrazo. Dios cuanto añore esto, sin duda mi lugar favorito es estar pegado a ella por siempre. No te preocupes mon amour, yo te cuidare.
—Deberías comer para que puedas tomar tus analgésicos mon chéri. Necesito ver que te comas todo. — No necesité decirle dos veces porque ya estaba devorando todo, no sé si llevaba una dieta rigurosa, desconozco cómo se alimenta a una modelo. Debería investigar tal vez. Da igual, comerá lo que ella quiera.
Mientras comía en silencio y la miraba, me puse a pensar en que la verdadera preocupación vendría después, cuando ella recordara todo y me viera como la peor persona del mundo, que ha a base de engaños la ha retenido aquí. A veces pienso que la manera en que me criaron no fue la adecuada, mis padres nunca me negaron nada y obtenía todo de manera fácil. Tal vez si la hubiera conquistado de la manera tradicional no hubiera pasado todo esto y no se hubiera hecho daño.
Miré hacia la ventana ya estaba oscureciendo. Sólo espero lograr enamorarla antes de que recuerde lo monstruo que soy...
