Bueno, hace ya dos horas que empezaron las clases y ya me quiero tirar de cabeza por la ventana. Y el salón de Matemáticas esta en el tercer piso.
Si, así era mi nivel de aburrimiento.
El profesor Dorman no dejaba de mirarme y por eso no podía dormir en paz.
Viejo amargado.
Cada vez que cerraba los ojos él me hacía preguntas o me hacía pasar al frente a resolver algún ejercicio que tanto él y yo, y el resto de la clase, sabe que no hice y que no entiendo.
No tan querido lunes:
Ojalá estés un solo día en mi lugar y así puedas sentir lo que yo siento cada vez que tengo que levantarme temprano y pasar tres horas con un profesor que me odia.
¿No te gustaría, eh?
Con todo el odio que puedo mandarte.
Emmily.
Después de un tiempo más imaginando todas las maneras de poder causarle un “accidente” al profesor de matemáticas, y todas las oportunidades de poder escapar de este maldito lugar, sonó la campana que indicaba la hora del receso.
Mientras todos juntaban sus cosas, yo salí apresuradamente por la puerta.
Caminé por los pasillos mientras estos se llenaban de adolescentes aliviados por abandonar las aulas. Bajé las escaleras y llegue al jardín, donde me dejé caer en la sombra de un árbol y cerré los ojos, dispuesta a aprovechar el, injustamente corto, tiempo de descanso.
-Arriba, este es mi lugar –y tenía que aparecer la perra en celo.
¿Qué no podía simplemente tener un día sin tener que escucharla?
-No veo tu nombre en ningún lado –respondí fría mientras me sentaba y apoyaba mi espalda en el troco del árbol.
-No es necesario, yo soy la reina del lugar, todo me pertenece –dijo con tono de superioridad.
Me reí, en serio no puedo creer que haya dicho eso.
-¿Ashley te dijo que podías decir eso? Valla, que bueno de su parte –dije divertía.
-No tengo que pedirle permiso a Ashley para hacer algo, yo no dependo de ella.
-Wow, parece que Ash no piensa lo mismo ya que no se ve muy contenta –dije mirando detrás de ella.
Kelly me miró asustada, el pánico la invadió por completo cuando volteó. Me reí fuertemente.
Si claro, no depende de ella.
-Deja de cambiar de tema y sal, es mi lugar –dijo y volvió a su postura de zorra “dominante”.
-Vete por donde llegaste, peste.
-A mi no me hablas así, descerebrada.
-Kelly, asnos un favor a todos y desaparece de la Tierra.
-Que te muevas –dijo enfadada.
-Hay, parece que alguien no la pasó nada bien anoche –comenté- Dime, ¿cuántos te rechazaron, cariño?
-Maldita.
-En serio, debes mejorar tus insultos, parece que el tinte del pelo te quemó todas las neuronas, niña.
Me miró fulminante y se fue refunfuñando, a lo que yo sonreí triunfante.
-Pobre criatura –dijo con “lástima” Jayden- no debes tratarla así cuando no tiene a su “madre” para defenderla. Te podría decir que me dio tanta pena que estaba por darle dinero para que pague un buen polvo para esta noche.
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¿Acosada por Magcon?
Novela JuvenilImagina cómo sería que alguien pueda ver todo lo que haces en el único lugar en el que puedes estar sola y hacer y decir cosas que no harías ni dirías en público. Ahora imagínate que esas personas sean tus ídolos. ¿No debe ser muy lindo, no? Pues es...