Capítulo 4: "Revista, puertas y el imbécil adoptado"

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-Por favor –supliqué juntando mis manos- Solo esta vez, di que si, di que si, ¿siii?

-No voy a ir, Emmily, deja de insistir –dijo Damen fastidiado.

Me arrodille frente a él y lo mire con la cara del gato con botas.

O un intento.

La risa de Damen confirmó mis sospechas.

Debía de verme como alguien con problemas faciales.

Saqué mi hermosa cara tierna y le abracé los pies para que no se pueda mover.

-Suéltame, tengo cosas que hacer.

-¿Qué puede ser más importante que llevar a tu hermanita menor a comprar bandanas?

-Muchas cosas.

-¿Ves? No puedes decirme ni una –dije como si no hubiera hablado- Vamos, Dam, no te va a llevar tanto tiempo.

-No.

-Está bien –dije resignada.

Me solté de su pierna y me levanté. Me encaminé hacia las escaleras.

-Espera –me detuvo.

-¿Qué? –dije volteándome.

-¿Eso es todo? –pregunto sorprendido- ¿No vas a seguir insistiendo? ¿No me vas a intentar amenazar ni llamarás a mamá?

-¿Quieres que lo haga?

-NO –dijo rápidamente- Es solo que es extraño.

Me miró fijamente por unos segundos.

-¿Qué hiciste?

-Nada, ¿por qué?

-No habrías dejado de insistir si no te sintieras culpable, ¿qué hiciste?

-Que no hice nada.

-No te creo –entrecerró los ojos en mi dirección.

-Piensa lo que quieras –dije y empecé a subir las escaleras.

Damen me siguió hasta mi habitación. Me tumbé en mi cama mientras él se quedaba mirándome desde el marco de la puerta.

Tomé mi móvil y marqué el número del único que podía llevarme a comprar mis preciadas bandanas.

-¿Hola? –habló del otro lado.

-Hola Jayden –los ojos de Damen me fulminaron con la mirada al escuchar su nombre- ¿Estás ocupado?

-No, ¿por qué? ¿Necesitas algo?

-¿Podes pasar a buscarme y llevarme a comprar bandanas?

Cuando Jayden estaba por contestarme, Damen corrió hasta a mí, me arrebató el teléfono y habló.

-Ella ya no te necesita, ya estoy yo para llevarla –habló cortante y colgó- ¿Vamos?

Negué con la cabeza mientras me reía.

-Vamos.

-Ese podría ser nuestro para siempre –dijo con vos aguda.

-No, creo que paso –dije.

-Arruinaste el momento –dijo “ofendido”  mientras me daba un golpe en el brazo.

-Ya vamos.

Lo jalé hasta el auto y el condujo hasta la tienda.

Sé que están confundidas por lo de antes y, bueno, les explicaré. Cuando yo me hice amiga de Jayden, dejé de pasar tanto tiempo con mi hermano y él se sintió reemplazado, por eso siempre quiere que pase con él la menor cantidad de tiempo. Aunque no lo odia, sólo esta celoso.

¿Acosada por Magcon?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora