NATALY

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Nataly despertó, no porque estuviese durmiendo literalmente, sino porque tenía el don de pensar tan profundamente, de ensimismarse de tal manera que las cosas a su alrededor se esfumaban fácilmente y resultaban casi imperceptibles para ella. Pero vamos a concentrarnos, que quiero terminar de contarte esta historia que me contaron ayer.

Nataly despertó y lo primero que pudo percibir fue la voz de una señora que la regañaba por no darle el permiso para bajarse del tren, por "quedarse pegada y no escuchar nada además de la música de sus audífonos que es lo mismo que hacen todos los jóvenes".

Por supuesto, Nataly no le prestó mucha atención. Solamente le prestó la atención necesaria para darse cuenta de que era una persona intolerante y reaccionaria, además de habladora claro.

Nataly se caracterizaba por ser una chica paciente pero firme, por lo cual decidió volverse a colocar los audífonos pero esta vez concentrarse en la música y no en los muchos pensamientos que rondaban en su cabeza, a fin de evitar que otro adulto envejeciente la reprochara por utilizar sus audífonos en un vehículo de transporte público. Media hora después Nataly bajó del bus y caminó durante quince minutos hasta que llegó a su repostería favorita, compró tres magnolias y se dirigió al local del frente, abrió la puerta y se dirigió a su oficina.

Se sentó en su sillón y apoyó los codos en el escritorio, aún tenía los audífonos puestos y escuchaba en el fondo como el instrumental se acababa y los violines iban dejando de sonar lentamente, pero lo que más escuchaba era la voz nítida de su novio aquella mañana diciéndole que ya no podían seguir juntos -esta relación es perjudicial para mí, te doy todo y no recibo nada a cambio", eso le había dicho el chico con el que había vivido dos años y medio de su vida.

Cuando Nina llegó a la tienda Nataly ya tenía todo arreglado y dispuesto para abrir y comenzar a recibir clientes,

-Ly ¿estás bien?- le preguntó Nina a su "jefa".

-Sí, estoy bien Nina pero estaría mejor si fueras más puntual-.

Nina recogió su pelo rojizo haciéndose un moño alto y puso cara de sorpresa

-¿Para qué voy a llegar temprano si hoy no vamos a trabajar?-

-¿Y quién te dijo que no íbamos a trabajar hoy? Es un día como cualquier otro y eso significa que debemos trabajar-

-No, no es un día común, tu novio te acaba de dejar y necesitas desahogarte con alguien y ese alguien soy yo-

-Ya me desahogue con alguien- dijo Nataly envolviendo su negra cabellera en un moño similar al de su amiga.

-Manuel Serrat no cuenta Ly, debe ser alguien que te pueda responder conscientemente-.

En ese momento Ly, que así la llamaba su amiga de cariño, cayó desplomada en su sillón y bajo la cabeza mientras la escondía tras sus manos, Nina se le acerco y trato de consolarla lo mejor que pudo.

-¿porqué no te tomas unas vacaciones? Ya no necesitarás el dinero que ahorraste para comprar un departamento.-

-¿y a dónde voy a ir? ¿Dónde mi madre?- Ly dijo esto sabiendo que la respuesta era negativa, su madre y ella no hablaban desde hacían tres años.

-No te enviaría allí si no estuviese segura de que te hará bien reconciliarte con ella-.

Nataly se sorprendió de que su amiga más cercana le estuviese diciendo esto, ella conocía las razones por las cuales su madre y ella se habían distanciado durante tanto tiempo.

-Podría ser una buena oportunidad ahora que Drake salió de tu vida- Nina se detuvo al ver la mirada de su amiga sobre ella, tan fría y tan peyorativa.

-Drake no salió de mi vida, me sacó de la suya, que no es lo mismo-

Ly trató de contener las lágrimas, respiró profundamente y prosiguió.

-Y además lo único que haría mi madre sería reprocharme y hacerme doler la cabeza-

-Y entonces ¿qué pretendes hacer? ¿Quedarte aquí a podrirte entre lágrimas y recuerdos?-Nina sonaba un poco cruel, pero esta era la forma en la que ellas se entendían.

-No, claro que no- Nataly levanto la bolsa en la que había traído las magnolias- pero no voy a volver a casa a que mamá me haga podrirme entre quejas y reproches-

-¿y adónde te vas a ir entonces?- preguntó Nina asombrada de que su amiga aceptase el plan de tomarse unas vacaciones.

-Voy a visitar a papá- la expresión en el rostro de Ly era duda, pero se confundía con tristeza.

-¿Estás segura?- Nina frunció el ceño, no sabía mucho del padre de su mejor amiga y esto la hacía dudar de que su decisión fuese la más acertada.

-Completamente segura-.

Nataly tenía en su rostro la expresión de aquel que, aunque está seguro de que va a hacer algo, divaga en los pros y los contras de hacerlo. Realmente no había motivo por el cual no hacerlo.

-Papá siempre fue muy comprensivo, y cuando John murió no trato de culparme como lo hizo mamá- Nataly pasó una magnolia a su compañera y mordió la suya.

-Si crees que es lo correcto te apoyo, sé que si él te apoyo cuando John murió también te apoyará ahora ¿no? 

Nataly desperto, no porque estuviese durmiendo literalmente, sino porque tenia eDonde viven las historias. Descúbrelo ahora