Capítulo 1

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Madeline:

Hablemos sobre Stephen Hawking y su frase; "Incluso la gente que afirma que no podemos hacer nada para cambiar nuestro destino, mira antes de cruzar la calle". Claro que es irrefutable que todo tiene un propósito, a lo que aquí podemos implementar la principal teoría del universo "La ley de la atracción" aunque es una teoría muy poco fundamentada, nos habla acerca de que si una energía es emitida de cierta manera atraerá a otra energía idéntica a la emitida.
En otras palabras aplica en frases más coloquiales que hemos podido escuchar en algún momento de nuestras vidas como; "Lo que siembres cosecharás" lo cual se relaciona en otros términos coloquiales como el Karma y el Darma, o en términos religiosos Bendición y Maldición.

Si bien nada es casualidad y todo tiene un propósito, no importa que, no puedes evitar ni modificar tu destino. Solo eres responsable de tus propias decisiones y la persona en la que te conviertes con el pasar de los años.

Y es ahí donde yo, Madeline Bennett, quisiera tomar una máquina del tiempo y modificar muchas acciones y decisiones, o simplemente de ser verdad la teoría de los multiversos, entonces vivir en otro multiverso.

Si las personas supieran lo importante que son los primeros diez años de formación de un niño para lo que lo definirá como una persona a futuro, serían mucho más cautelosos con la educación y crecimiento de un pequeño, y sabrían que cada decisión los afectaría de alguna manera.

Llegue al mundo tras un embarazo joven y no planeado, pero eso no evitó que fuera una pequeña bien amada, y en extremo y fastidiosamente consentida. Crecí en un hogar amoroso, y acogedor, padre, madre y una mascota, sobre necesidades nunca tuve escasez, y tenía demasiados lujos.
Recuerdo los primeros ocho años de vida con alegría y satisfacción, a poco antes de cumplir los nueve, nació aquello que tanto había añorado, mi pequeña hermanita Melody, y se convirtió en el pequeño ser que más amaría en toda mi vida, pero tras su llegada, aquel acogedor y amoroso hogar, se vino abajo derrumbándose y quedando todo en ruinas.

Tras una infidelidad, y un matrimonio deshecho, una pequeña confundida, comenzó su infancia a ser quebrantada. Orillada a verse obligada a crecer demasiado rápido y tomando obligaciones que no le pertenecían, todo para ser ahora un pilar que sostuviera el ahora pequeño hogar junto a su madre, y el cuidar de su hermana pequeña.

Y así, poquito a poquito todo comenzó a cambiar indudablemente, dejo de ver a papá por un tiempo, las notas en el colegio comenzaron a ir en declive, e incluso múltiples cambios de colegio.

Dejar atrás colegios, amistades, rutinas y confort, nuevas etapas comenzarían y con ellas la secundaria, nuevas amistades. Y un primer amor.

No hay mucho que contar al respecto, aquel niño era alguien que había conocido en la primaria desde que éramos dos pequeños seres humanos, su nombre era Aiden. El cual tenía un hermano mayor, Jeremiah quien salía con una de mis más grandes amigas de la secundaria Molly.

Con Aiden solo estuvimos juntos durante aproximadamente tres meses, recuerdo bien que habíamos asistido a una excursión escolar al parque de diversiones, y me regaló un peluche que se ganó, tras volver de la excursión, me había encargado de buscar el regalo perfecto para nuestro mesiversario, solo para que Aiden me terminara un día antes públicamente, delante de toda la secundaria, y así tuve mi primera desilusión amorosa.

Patético, lo sé.

Tan solo termino el primer año, hubo un cambio más de colegio y dos mudanzas más, todo dentro de la misma ciudad. Inestabilidad, constante.

Siempre muy reservada con las amistades, y algo difícil con los niños. Para finales del segundo año, comenzó el prólogo de una serie de malas decisiones, comencé a salir con un chico, pero no cualquier chico, uno de mis más grandes amigos de toda la vida, y quien era tres años mayor que yo.

Living in another multiverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora