Crece de una Maldita Vez © [Todobaku]

• Capítulo 8 •

     Ese mismo día después de unas horas, nuestros protagonistas se encuentran en la dirección, ambos sentados junto a una chica, la misma que vieron ese día de prueba.

     Ella observaba de vez en cuando a Todoroki viendo lo adorable que se veía como niño, le hubieran dado ganas de ver a Katsuki de la misma manera pero lamentablemente no le dio.

—Muy buenos días alumnos, creo que ya saben la razón por la que están aquí presentes —habló el director.

     Los jóvenes se miraron, Katsuki estuvo bastante serio, no decía ni una sola palabra desde que se "peleó" con Shōto. El menor tampoco parecía tener ganas de hablar pero empezaba a impacientarse.

—En fin, ya hablamos con la joven Nakamatsu, hay unas cuantas cosas que se complicaron, que se los explique ella misma.

     Los dos jóvenes la observan con atención y ella mantiene la mirada en la nada.

—Bueno... mi kousei desaparece cuando el afectado recuerda algo importante de su vida actual pero su cuerpo volverá a la normalidad al día siguiente de recordar quien es.

—¿Quieres decir que... Si recuerda algo importante recuperará los recuerdos de su vida actual pero seguirá en el cuerpo de un niño? —cuestionó Katsuki sin creer muy bien en lo que la chica decía.

—Sí —respondió de forma directa.

—Ahí está la solución, ahora falta aplicarla —dijo el director cruzando sus brazos y apoyándose en el respaldar de su asiento.

—¿Cómo demo-

—Gracias por la ayuda director, yo me encargo del resto —interrumpió Aizawa tocando el hombro del rubio ceniza indicándole que salieran del lugar.

—Mucha suerte profesor, ya pueden retirarse —habló y acto seguido los estudiantes salen junto con el profesor, la alumna Nakamatsu simplemente les dedica una última sonrisa y se va en dirección contraria al de ellos

    Es cierto que ahora ya tenían la solución pero... ¿cómo es que podrían recuperar la memoria del menor? ¿Qué recuerdo marcó su vida actual?

—Será mejor que vayas a clase, necesitas recuperar la dos horas que perdiste por estar jugando —dijo Aizawa caminando en dirección a la sala de profesores.

     Katsuki no dijo nada, solo suspiró y empezó a caminar con un Todoroki siguiéndolo un paso más atrás.

—Bakugō... —llamó el menor pero no recibe respuesta— ¿Sigues molesto? —cuestionó frunciendo el ceño mirándolo desde abajo.

     El silencio le dejó claro que el rubio ceniza seguía enojado con él. Todoroki al ser ignorado simplemente baja la mirada y decide hacer lo mismo, no hablar, quería ver cuánto tiempo duraba el rubio ceniza sin hablarle y dejar en claro que podía ganarle en su propio juego.