El Puente

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Trabajar en "Dyer", ha sido muy difícil para mi mente, ya que no sabes que criatura hibrida va aparecer y con que heridas. He visto, desde mutilaciones de algunas partes de su cuerpo hasta prostitución. Me preguntar que es lo que piensa las personas al lastimar de esa manera a un ser vivo que es parte de nuestra sociedad, pensar en cómo debió llorar e intentar suplicar, siendo que no pueden hablar nuestro idioma, pero por una extraña razón si nos entienden.
Cada día, siento que necesito ayudar, porque de seguro en alguna parte de la ciudad hay una de esas criaturas sufriendo y no puedo quedarme aquí con los brazos cruzados, necesito ayudarlos, para que tengan una vida dignidad. Pero, mi cuerpo no soporta tanto tiempo fuera de casa, además el trabajo no me da el dinero suficiente para pagar mi arriendo. ¡Maldito dinero! ¿Porque siempre tiene que arruinar toda felicidad?.
Era medianoche, estaba en la ambulancia con mis compañeros en un horario normal. Nuestro trabajo es ayudar a cualquier criatura que esté en peligro. Debemos estar bien atentos ya que en la noche se cometen los peores crimenes. Al volante esta William Ellis,un hombre de contextura atlética y piel morena, atras esta sentado Aesop Carl junto a la camilla y todo lo necesario para dar primeros auxilios, este sujeto era delgado, de piel blanca y ojos grises, tiene una mascarilla ocultando su boca. En el asiento del copiloto esta mi presencia, Norton Campbell, un sujeto con deudas y una cicatriz en su ojo izquierdo,digamos que no soy tan deseado por las mujeres.

–A sí que, Norton–comenzó a hablar, William, rompiendo el silencio que gobernó dentro de la ambulancia. – ¿Haz pensando en cambiarte de trabajo? Ya se que tu adoras a estos seres y quieres ayudarlos, pero... Necesitas dinero y este lugar no es el indicado para eso, todo esto se paga con donaciones de la propia gente, deberías pensarlo bien con la cabeza fría, para poder razonar.

–Entiendo, William, pero esto lo hago por que me gusta–conteste, estoy muy agradecido por la preocupación de parte de William, pero no quiero que me vean como un pobre sujeto de la calle.–Para mí, la felicidad de aquellos seres son mi pago.

El silenció gobernó nuevamente el lugar, Aesop se veía nervioso jugando con sus dedos, al parecer aquella conversación le había afectado emocionalmente. El hombre Moreno seguía conduciendo con la vista atento por cualquier movimiento afuera del carro. Cruzamos un largo puente, en donde la luna mostraba todo su resplandor. La observe, admirando su belleza natural, tan solitaria y hermosa, las luces de la ciudad opacaron a sus compañeras, haciéndolas desaparecer del cielo. Siento que esa metáfora combina perfecto con los híbridos, opacados por personas de la ciudad, los tratan como si no fueran parte de esta sociedad, siendo que ahora el gobierno los habría colocado como parte de ella.
De repente, William detuvo el carro, haciendo que me saliera de esos pensamientos. El hombre moreno nos hizo callar, hubo un silencioso muy tenso, solo se escuchaba el ruido de los autos de fondo, todo era normal hasta que se escucho un grito agudo, intentaba pedir ayuda pero no podía, era muy obvio que era un híbrido. Salimos apresurados del carro, y buscamos por todo los alrededores. Grite preguntando por su localización pero no hubo respuesta. Busque, busque y busque pero nunca lo encontré, me desespere por un rato, hasta que encontré un rastro de sangre, como si alguien se hubiera arrastrado por todo el puente, lo seguía hasta llegar al final de la estructura. Lo que observe, fue algo que nunca en la vida había visto en mi trabajo, un pequeño conejo de cabellos rubios y pecas, con orejas y cola rosas, estaba embarazado como unos 4 meses.Al parecer alguien no le había gustado que estuviera embarazado, le había hecho un aborto por la fuerza, seguramente la criatura se resistió y lo tiraron aquí,son sólo teorías mías, hay que esperar a que Emily lo vea.
Grite los nombres de mis compañeros, mientras levantaba el cuerpo del joven. William al verme corrió a ayudarme con trasladarlo hacia el carro.

En el camino hacia el hogar, Aesop se encargo a detener la hemorragia. En ese momento, no me separe del lado de ese conejo, no podía creer como alguien podría hacerle eso, maldita sea... Tenía muchas ganas de golpear a la persona que le había hecho esto. Una desesperación gobernó mi cuerpo, haciéndome llorar, no podría controlar mis emociones, el sonido de las sirenas y ver la sangre repartida por todos los lados de la ambulancia, me provocaba más ansiedad.

–Tranquilo, Norton. Lo vamos a salvar– dijo Aesop con timidez.–Confía en mí.

Asentí, y me seque las lágrimas, para luego respirar profundamente. William tenia razón, necesito mantener la cabeza fría para que mis emociones no vayan en mi contra, o sino podría lastimar a alguien o a mi mismo.
La ambulancia se movió lo más rápido posible, esquivando autos y personas. Esto era una gran emergencia, si no llegamos a tiempo de seguro morirá desangrado.



¡Tonto conejo!  (Mike X Norton Identity V) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora