Capítulo VII

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Capítulo VII El domador de bestias.
Allix recobra la consciencia apenas reconociendo lo que sucede a su alrededor y vislumbra con una mirada rápida lo que pasa. Va tambaleándose y apenas puede ponerse de pie. Al frente de ella estaban aquellos sectarios dispuestos a eliminar al usuario elemen oscurus. Los profesores observan atentamente, que toma de sorpresa a Allix pues esperaría que ellos actuaran de alguna manera.
—¡Alto ahí señores!  ustedes no tienen ninguna jurisdicción aquí —dice el presentador poniendo detrás de él a Allix.
—Entreganos a la usuario oscurus — dice aquel sujeto cubierto de unas túnicas blancas que le cubren todo el cuerpo.
—Me temo que no será posible, esta usuario no es de tu pertenencia, ni mía ni de nadie— responde retadoramente.
Todos los espectadores también apoyan a aquel sujeto de túnicas blancas que pretende eliminar a Allix. Le gritan obscenidades, le arrojan lo que tienen a su alcance y abuchean diciendo que es una bruja oscura
—¿Directora no deberíamos hacer algo? —dice la profesora chiyeko.
—Ya me he encargado de hecho, no debe tardar en llegar —responde despreocupada.
—Pero...¿ y sí se llevan a Allix? —
—Entonces iré por ella personalmente — le responde esbozando una sonrisa.
Entre tanta conmoción, poco a poco el coliseo se llena de una sombra que pocos reconocen, se trata de un dragón que pasa por encima de todos en el aire. Chiyeko mira al cielo preguntandose qué es eso.
—Mira nuestro invitado llega en el momento adecuado —señalando el cielo con su mano.
Y se ve como cae un pedazo de algo que parece irreconocible pero a medida que va cayendo va adquiriendo forma. Es un humano que se envuelve en ventiscas a su alrededor y cae estrepitosamente pero sin dañar ninguna estructura de aquel pedestal a lo alto. Se coloca en medio del sectario de la túnica blanca y el presentador.

—Ustedes qué hacen aquí, pensaba que los de su calaña ya se habían disuelto, parece que me equivoque una vez más —dice hablando un poco para sí mismo.
—Oh pero quien nos honra con su presencia — dice uno de ellos arqueando una ceja — pero si es el que hace décadas fue reconocido como el mejor domador de bestias.
—Ya nadie me llama por ese nombre —
—Algunos lo hacemos — dice replicando — ¿así que te has cansado de estar entre animales y ahora trabajas de guardia para la academia que te rechazó?
—De eso nada, veras recientemente necesitaban una ayuda, un maestro que entendiera de bestias, parece que al fin reconocen mis métodos, sabes mucho de mi por lo que veo.
—Sé algunas cosas y en mis tiempos eras famoso, hasta sentía simpatía por ti. Pero basta de charlas Nicolás el domador — .
Toma una postura de ataque y se lanza contra él sacando un objeto afilado similar a una cuchilla de tamaño mediano. Nicolás lo bloquea con su mano que tiene escamas que llegan hasta su codo, alza su otro mano, extendiendo su palma y dos segundos después de aquel dragón que daba vuelta en el cielo cae un látigo de aspecto extraño, en vez de ser uno de cuero como es usual, éste lleva lo que se asemeja a escamas de dragón despidiendo chispazos de fuego.

Lo maniobra con velocidad, lo golpea al suelo dejando una marca de incineración, lo hace varias veces más, acumulando más y más chispas de fuego.
—Parece que tienes frío pues te tiemblan las manos —. le lanza un latigazo con su mano derecha. El sectario lo bloquea haciendo velozmente un escudo con elemen ignis, pero este no es suficiente y chispas le alcanzan a salpicar en su túnica, achicharrando poco a poco.
—¿Qué es esto?—dice intentando aplacar las pequeñas chispas.
—Saliva de dragón—responde.
Mientras tanto su otro ayudante estaba recitando un conjuro desde la parte trasera, la pelea apenas llevaba unos quince segundos de haber comenzado y parecía estar terminando el conjuro, puesto que a su alrededor se empezaba a formar un remolino de aqua.
Nicolás se percata y lo intenta detener lanzando latigazos continuos, pero el sectario los bloquea con escudos ignis, que parecen tener más eficiencia a media que bloquea el siguiente ataque. Sin embargo se va llenando poco a poco en su cuerpo de saliva de dragón que sólo parece alcanzar a quemar su túnica y no su piel. Hasta que sus escudos ignis logran bloquear por completo cada latigazo.
—Bueno creo que ya es hora —dice Nicolás haciendo un silbido agudo.
—¿hora de que? ¿de huir?—haciendo una sonrisilla.
—Ya verás — dice alzando una sonrisa en respuesta.
Se escuchan aleteos, y de aquel dragón salen pequeños dragones de similar apariencia, que bajan en picada directo al sectario. Estos estaban siendo guiados por el olor de saliva de dragón. El sectario ataca a uno haciendo un conjuro rápido de cadenas que atrapan a uno en el aire, pero justo después uno lo golpea por atrás y le muerde uno de sus brazos, el sectario suelto un pequeño grito de dolor, y de manera casi inmediata se ve envuelto de unos cinco dragones de tamaño pequeño, que lo apresan e inmovilizan.
—Se acabó —Dice Nicolás
—Para tí — replica.
Su compañero había terminado el hechizo y salen doce de aves de aqua girando alrededor de él, para luego atacar a los pequeños dragones, y a Nicolás, que inmediatamente los repele con su látigo, pero estos van siendo demasiado para él, uno evita el látigo dirigiéndose como bala directo a él, lo alcanza a esquivar apenas, pero sus alas como si fueran una daga le hacen una cortada. Se ve como los dragones pequeños se enfurecen al ver a su amo herirse y empiezan a morder bruscamente al sectario que realizó el hechizo, pero este defiende con sus aves de aqua y las repele.
—Bueno creo que hay que ponerse un poco serios — dice alzando de nuevo la palma de su mano al aire, y vuelve a caer otro látigo directo a su mano, ahora posee dos de ellos. El segundo es distinto al primero ya que se le envuelve en su brazo fuertemente.
Alza de nuevo su brazo izquierdo pero ahora esperando que algo llegará a posarse en su brazo, e inmediatamente se escucha como una especie de ave reforzada con una armadura pone sus afiladas garras que se incrustan en su brazo pero este no sufre daños, pues el látigo le recubre actuando como un guante. Le acaricia y después sale al vuelo, dejando un rastro de llamaradas, que van acabando con algunas decenas de aves aqua. Toma el látigo de su mano derecha, lo estira y lo gira del mango , este cambia de aspecto, ahora está envuelto de plumas rojizas, a diferencia del otro que era más robusto y pesado éste es ligero y veloz. Cada latigazo que da y choca con algo deja disparadas las plumas rojizas como dagas que cortan y queman lo que esté a su paso.
—Así que esa es tu reliquia elemen, ya vi a través de ella, copia características de las bestias que has domado con ella, algo simple para mi gusto. —
—Sí, bueno no creo haber preguntado —
El sectario cansado de solo recibir golpes se pone al ataque, se abalanza sobre él, pero no demasiado cerca, pues se toma cierta distancia de los rápidos latigazos que salen en todas direcciones. En un movimiento desesperado al ver que no se puede acercar demasiado hace en conjunto con su aliado un ataque, desenvaina una daga mediana, que la arroja con certeza directo a su corazón pasando a través de las defensas de Nicolás repelidas por las doce aves , Nicolás logra reaccionar apenas evitando el golpe pero ésta daga se le clava en su brazo izquierdo que empieza a ensangentrarse. Nicolás responde con furia y le da de nuevo con un cambio rápido de latigazos incesantes, uno acierta en su nuca y lo noquea de un golpe.
De pronto se siente algo mareado y torpe. —¿Veneno?, que simplón —dice quitándose la daga del brazo.
Hace otro silbido e inmediatamente baja en picada otro tipo de dragón del tamaño de una mano, que va directo a la herida y con su lengua alargada y delgada le succiona el veneno.
—Bien hecho — le dice mientras lo acaricia.
Ahora solo falta acabar con el que realizó el conjuro pero antes que pudiera ponerse en marcha Nicolás, se vió como el sectario era engullido entre tres tipos de elemen al mismo tiempo, aqua, ignis y lux. Se ve aparecer en algunas en pequeñas partes de todo el evento (había atrapado a todos los sectarios que se habían colado en el electum), nada más y nada menos que la directora de la academia. Alzando su brazo derecho hacia el cielo con el dedo índice en alto, cayeron lanzas de luz del cielo que rodearon en forma de jaula a los sectarios, luego con su brazo izquierdo hizo un semi puño y aparecieron tentáculos de aqua que los fijaron al suelo finalizando el puño izquierdo quedó todo recubierto de lo que parecía una cúpula ligera de ignis. Un poderoso conjuro de supresión de tres elemen.
—He ignorado su presencia por un par de años pero no esperaba que fueran tan petulantes con respecto a lo que refiere mi territorio y mucho menos tan cancinos para querer llevar a una de mis futuras estudiantes durante los electum— dijo la directora con tono enfurecido.
Segundos después un grupo de profesores se llevaron a los sectarios encadenados con un tipo especial de cadenas y esposas para su posterior interrogación y castigo.
Allix que apenas recobra la razón observó todo lo ocurrido y quedó sorprendida con el poder de la directora.
—Lamentamos los hechos ocurridos, entenderán que es inusual que sucedan tantas extrañezas seguidas en los electum, una disculpa por parte de la academia, así les pido que prosigan con el electum—dijo la directora.
La prueba del cáliz continuo con cada participante hasta dar fin y comenzar con la siguiente etapa de los electum. 

Allix White (Elementum)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora