Spidervel One-Shots

Una invitación fallida

Peter era un manojo de nervios. Eso era cierto la mayor parte del tiempo que estaba en la escuela, pero ahora no lo era por las razones habituales. A solo unos casilleros del suyo estaba Liz Allan, quien a los ojos de Peter era la chica más hermosa de la secundaria Midtown. Su cabello rubio se balanceaba de lado a lado, sus ojos azules fijos en su amiga mientras continuaban hablando sobre las últimas tendencias que Peter no conocía ni le importaban. Y mientras las dos porristas hablaban, Peter se animó a invitarla finalmente a salir, recordando su última interacción, el viernes, hace tres días.

Fue justo después del habitual calzón chino rasgado de los viernes de Flash Thompson, un ritual doloroso que a la mayoría de la escuela le encantaba ver. Mientras el matón mostraba los restos de las trusas rojas (no las trusas blancas que suele usar Peter) que acababa de rasgar, Liz se acercó a Peter mientras se ahuecaba la entrepierna dolorida. No pudo distinguir la mayoría de las palabras debido a la risa de la multitud, pero escuchó lo suficiente.

El blanco te queda mejor.... más lindo así - Fue lo que dijo Liz.

Entonces, así estaba él: jeans ajustados blancos y una camisa blanca, listo para invitarla a salir. Peter respiró hondo por última vez antes de caminar hacia ella. La amiga de Liz lo notó y le dijo que se diera la vuelta. Liz lo hizo, pero Peter siguió adelante tanto como la encantadora sonrisa de Liz lo abrumó hasta el punto de la cobardía.

Peter: Oye - Dijo, repitiendo las palabras que había practicado una y otra vez durante todo el fin de semana - estoy vestido de blanco, como tú.. - Peter se detuvo en seco, sintiendo el aire en sus piernas desnudas que solo pueden significar una cosa.

¡Está vestido de blanco, bien tighty whities! - Gritó Flash detrás de Peter. ¿Quién más podría haberle bajado los pantalones aparte de su bully de toda la vida? Peter había pensado que, dado que a Liz le gustaba tanto que él vistiera de blanco, sería mejor que se pusiera un par de trusas blancas. Ahora entendía que no era una buena idea.

Peter se apresuró a subirse los pantalones, pero Flash, en su muy limitada capacidad de pensamiento, ya sabía qué hacer. Cuando el chico femenino se inclinó. Flash agarró los agujeros de las piernas de los calzoncillos y los tiró hacia arriba, revelando el suave y pálido trasero de Peter a la multitud ahora reunida. El rostro de Peter se contrajo de dolor, y solo empeoró una vez que Flash comenzó a rebotarlo. Peter estaba demasiado concentrado en el dolor para ver cómo toda la multitud se reía de él, cómo Liz se reía con más fuerza.

Peter fue rebotado una y otra vez, cada tirón hizo que los calzoncillos se metieran más profundamente en su trasero durante lo que parecieron 30 minutos mientras Flash explicaba a la multitud por qué Peter era un perdedor que merecía calzones chinos, y luego hizo que el mismo Peter lo repitiera.

Peter: Soy un gran perdedor y merezco todos los calzones chinos - Dijo, renunciando a cualquier ilusión de orgullo que pudiera haber tenido. Inmediatamente después, fue rebotado hasta un bote de basura, donde lo hundieron de cabeza. El bote de basura se volcó casi de inmediato. Flash lo pateò una vez, haciendo que el sonido del metal rebotara alrededor de la cabeza de Peter, antes de regresar a donde estaba antes.

Era bastante fácil salir de la lata, lo más difícil sería deshacerse del olor. Peter volvió a mirar a Liz, que ahora estaba hablando con Flash. El rubio flexionó los músculos, ella se rió y se retorció el cabello. Abatido, Peter se alejó cojeando para quitarse la trusa de su trasero.

Su siguiente clase, Matemáticas, llegó con pocas o ninguna complicación, y el breve receso inmediatamente después fue útil para eliminar adecuadamente el olor en el baño afortunadamente vacío. Fue su segundo período, inglés, lo que le dio algunos problemas.

Casi llegaba tarde, secarse el pelo con papel higiénico había tardado más de lo esperado, así que se sentó en la silla que había disponible. La Sra. Zane comenzó a discutir el libro más nuevo que se suponía que la clase debía leer, pero Peter se interesó en la discusión que se desarrollaba detrás de él. Tres chicos que nunca había conocido hablaron sobre el nerd estúpido a que le dieron un calzón chino hoy más temprano.