Spidervel One-Shots

Netflix

Carol había invitado al joven Parker a una pequeña casa que tenía por la ciudad. Peter accedió sin problema, la idea era ver lo que sea que halla en Netflix y comer unas pizzas.

Y así fue, vieron varias películas y se comieron todas las pizzas que ordenaron, el castaño no tenía problema en irse solo a casa, sin embargo Carol no lo permitió porque era muy tarde y decidió que el se quedaría en su casa hasta mañana. Peter insistió pero la rubia no cambio de opinión.

Peter: Señorita Danvers... enserio... esto no es necesario - Dijo con la cara más roja que un tomate.

Carol: No, no lo es, pero tampoco le veo nada de malo - Dijo retirándose algo de su ropa.

Peter volteó inmediatamente para no ver aquella escena, sobre todo para no quedar como un pervertido, la rubia solo mostro una pequeña sonrisa, seguidamente se recostó en la cama que tenía enfrente, Peter por su parte seguía de pie mirando hacia cualquier parte.

Carol: ¿No piensas dormir?

Peter: uh... Si - Dijo nervioso.

Algo avergonzado fue quitándose su abrigo para quedarse con una camiseta blanca, seguidamente retiro su cinturón para sacarse su pantalón, mostrando así su trusa y un bulto que trato de esconder a toda costa tapando su entrepierna con sus manos. Avanzó cuidadosamente hasta la cama, y se recostó a la par de Carol, ella le dirigió una sonrisa a Peter, para seguidamente apagar la luz. Completamente a oscuras, el castaño volteó intentando encontrar la mejor posición para dormir, no tardó en conseguirlo, dándole la espalda a la mujer.

Cerró sus ojos, intentando dormir, y estuvo a nada de lograrlo, pero unas suaves manos habían ingresado dentro de la trusa del castaño, las cuales acariciaban con delicadeza su miembro.

Peter: uh..oh. S-señorita Danvers..... ¿Qué haces? - Dijo nervioso y asustado.

Carol se había acercado sin que esté pudiera sentirlo, las bubis de la mujer chocaban contra la espalda del castaño, el bulto en su ropa interior se hacía más grande, la rubia no se detuvo en ningún momento y continuó haciéndole masajes al pene del joven.

Peter intentaba con todo su cerebro en no eyacular y manchar la manta o manchar a Carol, o bueno eso hasta que no pudo aguantarlo más y acabó en la mano de Carol. La rubia empezó a reírse en voz baja, el castaño estaba muerto de la vergüenza, tan rojo que el comunista más recalcitrante le llamaría exagerado, y para colmo, Carol levantó la mano y saboreó el semen sin perder esa sonrisa burlona.

Carol estaba muy feliz... Pero ya quería hacer algo más, por eso con movimientos rápidos y certeros se bajó su braga, apresando las piernas de Peter, y juntando su trasero y el pene de Peter. La rubia se deshizo como pudo de la trusa de Peter lanzándola por alguna parte de la habitación.

Peter soltó un pequeño gemido de niña al sentir como entraba a el trasero de Carol, pero aquel sentimiento fue reemplazado por uno peor cuando la capitana comenzó a moverse de adelante hacia atrás.

Peter cerró sus párpados con fuerza al sentir su rapidez en sus movimientos, Dejó escapar un suspiro sin abrir sus párpados cuando sintió una sensación extraña en su estómago.

Por un lado Carol seguía moviéndose de adelante hacia atrás dejando escapar suspiros y maldiciones, tomó las manos del castaño y guiándola a sus pechos para acariciarlos.

Carol: Vamos pequeño, acaricia las bubis de tu mami - Ordenó.

Entonces las manos de Peter comenzaron a masajear sus tetas queriéndola complacer, Carol comenzó a dar pequeños saltos queriendo estar más cerca de su orgasmo, hasta que sintió un líquido espeso y caliente esparcirse por su trasero, y es que Peter terminó por eyacular dentro del trasero de Carol.

Carol solo miró a Peter que tenía una cara roja, La capitana lo atrajo hacia ella aún sin levantarse de allí, abrazó a el castaño sintiéndose orgullosa de su trabajo.

Carol: Tu eres mío Peter... Más te vale aceptarlo... Amor... - Dijo sonriendo.