Gracias

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Era una mañana de lunes miserable. El cielo estaba oscuro, las nubes grises cubrían el pueblo como un manto deprimente, llovía a cántaros y Peter se despertó con las temidas campanadas de su alarma.

Ugghh.... - Gimió Peter y, aturdido, abrió los ojos y se sentó.

Extendió la mano, tomó su teléfono de la mesa de noche y apagó la alarma. Luego retiró las cálidas mantas y lentamente salió de la cama, vestido con la ropa más exclusiva para alguien como él: Trusas blancas.

Peter era, simple y llanamente, un nerd. Ni siquiera lo negó. Todos sabían lo nerd que era, y recibió tantos calzones chinos que no se habría sorprendido si su propia tía hubiera visto vídeos de él mientras le subían la ropa interior por el trasero.

Peter siguió con su rutina habitual y, una vez fuera de la ducha, miró en su cajón. Pensando durante unos segundos, sacudió la cabeza, agarró un par de trusas blancas y se las puso junto con unos calcetines. Luego revisó su guardarropa y consiguió un par de jeans negros, una camiseta negra con su banda favorita en el frente y una sudadera con capucha negra.

Se arregló su corto cabello castaño, bajó las escaleras y preparó algo de desayuno. Temía ir a la escuela, pero sabía que recibiría un castigo tremendo si lo pillaban faltando. Miró la televisión de la mañana durante un rato y luego cogió su bolso y su abrigo y se dirigió a la escuela.

***

Peter mantuvo la cabeza gacha mientras entraba, esperando que nadie se diera cuenta de él. Sorprendentemente, logró llegar a su casillero sin ningún problema y luego logró llegar a sus dos primeras lecciones sin ninguna confrontación. Charló con algunas personas en lecciones y, de hecho, parecía un buen día para Peter, ya que no había señales de ninguno de sus principales bullys por ningún lado. Sin embargo, uno de sus bullys estaba allí.

Carol Danvers era la personificación de estar fuera de tu liga. Tenía un rostro hermoso, cabello largo y rubio que se rizaba un poco en las puntas y una figura perfecta. Sin embargo, de alguna manera estaba soltera. Peter no tenía idea de cómo, pero ella estaba soltera. Peter se había enamorado de ella hacía muchos meses. En realidad, ella nunca le había dado un calzón chino, y eso era algo que Peter quería mantener así. El nerd probablemente moriría de vergüenza si ella le tirara de la ropa interior. Él ya odiaba especialmente cuando lo atormentaban frente a ella, y su sonrisa mientras le aplastaban sus bolas. Un calzón chino real de su parte sería el fin de cualquier posibilidad de una relación, aunque esa posibilidad ya era prácticamente nula.

El día pasó volando para Peter y el almuerzo se acercó rápidamente. Se sentó con sus amigos a la mesa del almuerzo y charló.

De repente una sombra apareció sobre él, y todos los amigos de Peter levantaron la vista, con una mirada nerviosa en sus ojos.

¿Creías que tenías un descanso de mí, nerd? - Preguntó una voz profunda y áspera. Peter se congeló y un escalofrío recorrió su espalda al escuchar la voz de Flash Thompson, el bully que más odiaba. Flash lo había atormentado durante los últimos 11 años de su vida, humillándolo todos los días y haciendo de su vida una miseria. Flash era un tipo enorme. Es mucho más grande que Peter, tiene el cabello rubio corto, es musculoso. A Peter le pareció que todos los años de atormentar a los nerds le permitieron dominar verdaderamente su oficio, ya que era muy común ver a varios nerds colgados de su ropa interior después de la escuela. La mayoría de las veces uno de esos nerds sería el propio Peter - Estaba en el dentista, por eso no me viste esta mañana - Flash puso sus manos sobre los hombros del pobre nerd - Estoy devastado. Creo que es la primera vez que no te doy tu regalo matutino en.... ¿6 años? - Peter asintió con la cabeza avergonzado mientras su rostro se ponía rojo lentamente - ¿Qué tal si compensamos eso en privado? Creo que suena genial, ¿no lo crees, idiota?

Spidervel One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora