Parents • luwoo

Parte dos

"Déjame ver... ¿Entonces robaste un anillo de la joyería y ahora estás aquí rogándome para que te quedes en mi casa y así no te atrapen?"

El más alto asentía con la cabeza mientras intentaba calmar un poco su agitada respiración.

"¿Quieres un poco de té?" Cuestionó Jungwoo al mismo tiempo de caminar hacia su cocina.

"Si no le echarás veneno por sentenciarte a que si me encuentran tú y yo iremos a la cárcel, claro que quiero" Sonrió al ilustrarse la tierna imagen del mayor haciendo un puchero mientras le entregaban la vestimenta de celda.

El mayor río, luego asimiló lo que su menor había dicho para después sacudir su cabeza alejando las locas ideas que a Yukhei se le ocurrían.

"¿Eso no puede pasar, cierto?"

"No lo sé, sólo espero que si voy a la cárcel sea contigo" El chino guiñó un ojo hacia el contrario, y este no puedo evitar sonrojarse.

"¿Se puede saber para quién era ese anillo?" Dijo el mayor para romper la tensión que se había creado.

"Para mi novia"

El Yukhei decir eso tan tranquilo, como si no supiera que estaba ilusionando a alguien más, como si no supiera lo lentamente que estaba lastimando al contrario lo volvió loco. Era increíble como la persona que le había hecho sonrojar hace un par de segundos ahora le estaba haciendo recibir un ataque de ira, acción que llevó a Jungwoo tirar la taza de té que traía entre manos.

"¿Estás bien?" Preguntó confuso.

"Estoy genial, Yukhei. Me alegra tanto ver como el hombre con el que quiero pasar el resto de mi vida me está pidiendo refugio porque cometió un crimen solamente para complacer a su novia. No sabes cuánto me alegra el que mi vida se esté desmoronando poco a poco. Me encuentro increíblemente bien, Yukhei"  Fueron las palabras que pasaron por la mente de Jungwoo al oír la pregunta del contrario. Internamente se sorprendía al depender tanto de alguien, no debería ser así, su vida no tendría porqué estar arruinándose por un chico que conoció hace semana y media. Sonaba tan ridículo que se quería morir ahí mismo.

"Si, estoy bien. Sólo me tropecé" Le dirigió una sonrisa que a Yukhei le daba un poco de miedo.
El hecho de ver a alguien sonreír mientras caían lágrimas de sus ojos curvados al hacer la primera acción dicha lo sorprendía.

"Me alegro que no hayas roto tu linda cara" Nuevamente guiñó el ojo.

"Basta, por favor basta" El mayor lo miró con sus ojos cristalizados, pero sin perder el toque de seriedad y frialdad.

Debido a la tensión en la habitación Yukhei aclaró su garganta y se atrevió a hablar.

"Y dime... ¿Cómo fue tu infancia?"

"No me gusta hablar de mi mismo, mejor empieza tú" Mintió pues aunque supiera que Yukhei le hacía daño quería saber más de él, quería saber sus más profundos secretos. Quería saber a qué le temía, quería saber porqué no lo amaba.

Mientras Yukhei se dedicaba a contar cada hecho detallado de su vida Jungwoo solamente se enfocaba en ver todas las facciones de su menor, se dió cuenta del granado tamaño de sus ojos y que estos brillaban tanto como si quisieran opacar a la misma luna. Se estaba enamorando, él mismo lo sabía, pero tanto como le encantaba el menor, tanto quería negar la situación porque su vida no era como las películas. Su vida no era color rosa, ni mucho menos el chico del cual estaba enamorado correspondía sus sentimientos, en su historia el chico del cual estaba enamorado también lo estaba, pero no de él, sino de alguien más. ¡Oh! ¡Cuánto desearía que Yukhei fuera gay ¡Cuánto desearía que Yukhei lo mirara con los mismos ojos con los que la miraba a ella! ¡Cuánto desearía sentirlo tan cerca! ¡Cuánto desearía recostarse en su pecho! Él no quería ser su amigo, él quería besarlo hasta que su respiración se agotara. "Recuerda, Jungwoo, no vuelvas a caer en la trampa" fueron las últimas palabras que se dijo así mismo antes de que  Yukhei lo sacara de su mente.

"Cuando era un niño mis padres me encerraron en el sótano al darse cuenta que maté al gato del vecino, nunca he visto un maldito amanecer, lo cual es gracioso porque quién en su jodida vida no ha visto un amanecer"  Rió al ver la cara de sorpresa de su mayor.

"No te preocupes. Soy el empleado del mes del club Ritalin. No estoy tan jodido cómo piensas"

"Yo nunca dije eso, tú mismo lo pensaste, imbécil"

"Tranquilo, no soy nadie para culparte. Ni siquiera sé quién soy, dónde estoy y qué es lo que quiero. Todos dicen que soy un anarquista, dicen que no soy como los otros chicos, la verdad me vale mierda, soy feliz si me dejan hacer lo que quiero y no tener límites"

Jungwoo no entendía nada ¿Anarquista? ¿Qué demonios era eso? ¿Tan malo era para que Yukhei lo dijera con asco? Odiaba ser tan tonto, sinceramente se odiaba a sí mismo.

Lo único malo que sus padres le había hecho era esconder su consola favorita, ellos nunca lo encerraron en el sótano, ni mucho menos lo dejarían trabaje en un barrio en el cual la muerte costaba sin horario.

"Y así fue como me empezaron a llamar Lucas, es un nombre raro, pero me gusta"

El apodo sonaba una y otra vez en su cabeza, ese apodo lo volvía loco, se imaginaba a él mismo diciéndolo una y otra vez mientras el más alto lo besaba sin parar. "Por favor, Jungwoo, cálmate. Eso nunca va a pasar"

"Un día mis padres me llevaron a terapia, malditos locos"  Yukhei rodó los ojos, y Jungwoo no puedo evitar pensar que se veía tan caliente haciéndolo.

"¿Por?"

"Estábamos en la calle y vi a un par de chicos golpeando a otro , pensé que estaban ebrios hasta que uno de ellos le gritó al otro que era un maldito marica y no debió haber existido , decidí ayudar al pobre chico. Solamente por defender a un homosexual me mandaron a una terapia ¿Absurdo? Lo sé, así son mis padres"

El mayor se quedó sin habla, en verdad le sorprendía la cruel infancia del otro, se sentiría tonto si él le contaba la suya así que prefirió evitar el tema hasta que el otro preguntara nuevamente.

Cuando tu capítulo está mal redactado porque te estás quedando dormida: brutal.

Así es, sólo actualicé el capítulo para poner la imagen, si hay algo mal redactado digan no se callen. 🤠