SEIS

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Carlisle los presentó de forma simbólica, ya que ella conocía sus nombres desde hace tiempo.

-¿Tienes dónde quedarte? -inquirió Esme mientras que Alice fue por unos zapatos para la rubia.

-¿Dónde quedarme? -repitió confundida.

-Sí, un lugar para dormir.

Ella asintió con una sonrisa. El bosque siempre había sido su hogar. Ni siquiera cuando tenía forma humana se alejaba demasiado. Algunas veces, los Quileute la habían acogido con amabilidad en la Reservación.

-Edward, ¿le ofreciste algo de comer? -preguntó de nuevo la señora Cullen.

El castaño negó con la cabeza. Eso no se le había pasado por la cabeza.

-No tuvimos tiempo -respondió en la defensa del castaño, sintiéndose algo culpable. Si él hubiera reaccionado de forma diferente ante la desnudez de la mujer, tal vez se habría mostrado como un buen anfitrión.

-Ahora que tienes forma humana podré sentirme menos vigilado -comentó Emmett, sentado al lado de su esposa.

-Tienes un aroma peculiar -comentó Jasper, su expresión neutra la intrigó por unos instantes.

-¿Te incita a beber mi sangre? -se preocupó Kassia, sabiendo que el que tenía menor control era él.

-Edward te puede confirmar que no, particularmente.

-Bien, porque no tengo idea de si tengo sangre en las venas. Este sería el peor lugar del mundo para comprobarlo.

Rosalie la observaba demasiado concentrada. Quería hallar el mínimo atisbo que justificara la presencia de Kassia allí.

-¿Qué estuvieron haciendo? -preguntó finalmente la rubia inmortal.

Kassia percibía que la hermana de Edward todavía estaba decidiendo si ella le agradaba o no.

-En realidad casi nada, hablamos y Edward me hizo sentir estupenda.

-¿Te mostró toda mi nueva colección de ropa? -Alice se acercó para sentarse a su lado, dejando los zapatos en el piso para que Kassia se los pusiera.

-No. Me hizo disfrutar de un maravilloso orgasmo.

Edward hubiera enrojecido de haber podido. Todas las miradas recayeron sobre él.

-¿Lo dije o lo pensé? -continuó Kassia.

-Lo dijiste -confirmó Emmett, observándola con los ojos entrecerrados. La expresión de Kassia fue neutral. Luego, sin que nadie lo anticipara, el fortachón de la familia comenzó a reír a carcajadas.

Síguele el juego, el pedido del castaño sonó casi a súplica en la mente de la rubia. Y así lo hizo, ya que último que había querido era hacerlo sentir incómodo.

-Estuviste a punto de caer ¿no? -la rubia se inclinó para ponerse los zapatos. Eran bajos, lo que le resultó bastante considerado por parte de Alice.

Los demás parecieron comprender lo que sucedía y se dejaron llevar por la risa de Emmett. Solo había sido un chiste para que el más bromista de la casa pudiera caer.

-Debiste elegir algo un poco más realista. Aunque fue un buen intento -aceptó el vampiro musculoso.

Kassia cambió repentinamente de expresión. Ahora que ya estaban todos podía hablar de lo que la había llevado a visitarlos.

-Antes de que vuelva a decir algo imprudente... Debo decirles lo que me ha hecho venir hasta aquí. Aun no hay un equilibrio entre metamorfos y vampiros. Solo he logrado que despertaran dos cuando los vampiros nómadas que andan sueltos son tres. Es por eso que vine, necesitaba advertirles.

El ambiente de incomodidad y diversión de solo segundos antes cambió a uno de seriedad.

-¿Ya los has visto? -inquirió Jasper.

Kassia asintió.

-Los he observado lo suficiente para darles ventaja a los dos miembros de la manada. Pero como dije antes, no logré igualar el número. Así que me temo que deberé pelear cuando los nómadas lleguen hasta aquí.

-No -fue la respuesta rotunda de Edward.

Ella frunció el entrecejo. No estaba pudiendo permiso. Carlisle le hizo un gesto con la mano a su hijo para que se tranquilizara.

-¿Posees algún don en tu forma humana? -inquirió el líder del clan.

-En realidad no, pero eso no evitará que me acobarde. La rivalidad entre ambas especies ya ha ocasionado una masacre en el pasado. Solo por competencia, pues los vampiros no toleran la sangre de metamorfo.

-Alice ¿puedes ver algo del futuro? -preguntó Edward.

Ella negó con la cabeza. Ni siquiera había visto venir a esa entidad femenina. Había algo que la bloqueaba.

-Les repito, parezco humana pero no lo soy. En caso de un fracaso de mi parte, los nómadas solo acelerarán mi regreso a mi forma de aura. No me asesinarán.

El castaño salió rápidamente de la habitación. No quería siquiera pensar en que ella ya no estaría allí. Apretó los puños con enojo. Algunos árboles del bosque fueron víctimas de su mal humor. Por el momento ya no podría ir hasta allí para charlar con ella. Una parte de él extrañaría eso, ya que como ente, Kassia solo había hablado con él. Ahora todos podían verla. Todos tenían derecho de compartir tiempo con ella. Era la primera vez que el vampiro sentía celos con tanta intensidad.

Kassia estaba sentada frente a la isla de la cocina mientras Esme le preparaba un rápido sandwich.

-¿Por qué Edward se fue de repente? -le preguntó a Alice, quien estaba sentada a su lado. La rubia no había alcanzado a leer la mente del castaño.

-Necesita un tiempo a solas. Si fuera por él, te encerraría para evitar que te expongas al peligro. Es algo en lo que tiene que trabajar.

Kassia agradeció la comida después del primer mordisco. No recordaba que algo fuera tan delicioso. Era tan extraño que Esme supiera mezclar exactamente los ingredientes para el deleite del paladar humano.

-Tenemos que estar listos -señaló Rosalie desde la entrada a la cocina-. Salimos enseguida.

Alice fue de inmediato a arreglarse. Ese día se realizaría el sepelio de Isabella Swan. Todos los alumnos del instituto estaban invitados a asistir. Era una situación dolorosa que los obligaba a unirse y estar presentes. Incluso los maestros irían para apoyar al jefe de la policía, quien era muy querido y respetado en esa ciudad.

-Yo tengo cosas que hacer, supongo que nos veremos de nuevo. Gracias por la comida, la ropa y los zapatos -la rubia se despidió de los Cullen que estaban presentes.

-¿Necesitas que te acerquemos a algún lugar? -se ofreció Jasper, sorprendiendo a los demás integrantes de la familia.

-Eres muy amable, pero a donde yo voy, ustedes no pueden cruzar.

-Eres muy amable, pero a donde yo voy, ustedes no pueden cruzar

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☺️Hola. De a poco vamos avanzando con la historia. Ya vi que tiene más de cien lecturas, así que gracias 🙌.
Dejen estrellitas y comentarios, los leeré comiendo pororó




Amantes Trágicos |Edward Cullen |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora