Amarrada

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Como lo había comentado anteriormente, a mi amo le encanta torturarme y yo gozo de eso. Un día llego enojado del trabajo y a mi me tocaba pagar los platos rotos. No dijo nada solamente me jalo de mi coleta y me llevó al cuarto de los castigos.

Ahí me puse en posición de sumisa, el levantó mi mandíbula, se quito el pantalón y sabía exactamente lo que él quería, lo mire con picardía y pervertidamente, él me dio una cachetada por disfrutar el momento.

-No vas a disfrutar ni un solo momento de lo que pase esta noche perra- dijo el, mientras yo agache la cabeza en forma de disculpa - escuchaste!?!??-.

-Si amo, perdón - dije yo.

Levantó de nuevo mi mandíbula, y metió su verga en ella, el me agarro de mi cabeza y empezó a cogerme de la boca.

-Esta noche no harás nada, te cogere por donde quiera y como quiera y si te interpones ya sabes que sera peor. - dijo sin esperar respuesta.

Yo solo estaba ahí incada con la boca abierta, disfrutando de su verga, su sabor era delicioso, mi amo se dio cuenta de que empezaba a disfrutar, entonces me agarro de la cabeza y metió toda su verga hasta mi garganta. El se vino en mi boca y me trague todo su semen. Al terminar de tragar dijo:

-Estas bien sabroza perra- sacó la verga de mi boca y me dio una cachetada-Bien echo putita-

Después me jalo del brazo y me arrojó sobre la cama, boca bajo, amarro mis manos a la cabecera, y me abrió las piernas y dijo:

-No te muevas o veras de lo que soy capaz-.

Me quede inmóvil y el se fue, me dejó ahí por 10 minutos después sin decir nada el solo se aventó sobre mi y metió su verga hasta el fondo de mi seco ano, me ardio demasiado. Yo grite de dolor y el me dijo:

-Vuelves a gemir o gritar y no veras la luz del día en un mes-.

Yo solo asentí, me levanto el culo y empezó con las embestidas, fue tan doloroso sentír como me partia el culo en dos, y no podía gritar de dolor, solo sentir y tratar de no llorar, después de varias embestidas salió la primera lagrima, y poco después mi amo se vino dentro de mi, sentír su semen calientito saliendo dentro de mi hizo que me viniera, y claro que mi amo noto que me vine y además de que estaba llorando de placer y dijo:

-Vez preciosa, solo yo logro que del dolor te vengas, te he enseñado a disfrutarlo - me quede pensando y dije:

-Es cierto papi, muchas gracias, te amo-.

-Como tu digas perra, ahora voltea te y no te preocupes ya puedes gemir todo lo que quieras-.

Hice lo que me dijo y quedé acostada mirando hacia el, y rápidamente metió su verga dentro de mi vagina, mientras me daba embestidas me mordia los pezones, yo solo gemia y lloraba del placer, una combinación inexplicable pero más placentera que nada en esta vida.

Antes de acabar dentro de mí, sacó su verga y arrojó toda su leche en mis tetas y en mi cara y dijo:

-Te marcó como mía zorra-.

-Gracias señor, eres el mejor, te amo, y quiero ser tuya hasta el fin del mundo-.

-Me encanta que eso quieras- dijo - ahora tragate todo el semen que te arroje-.

-Encantada de la vida--y empeze a chupar todo el semen que dejó en mi cuerpo. Después el se fue y yo me quedé ahí amarrada toda la noche.

Soy Sumisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora