Celular

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Pov Adrien

Un nuevo día se hacía presente y yo veía fijamente como Marinette dormía tranquilamente a mi lado.

Yo la sigo amando más cada día pero ella... ¿ella aún me ama?

Tiene un secreto que no me quiere decir ni a mí, su marido, el hombre con el que prometió estar hasta que la muerte los separé.

Mirando en dirección de la mesita de luz que había de su lado, vi el celular de ella y sude nervioso.

En su celular podía ver sí ocultaba algo.

Era invasión a su privacidad y estaba mal pero cualquier persona en mi lugar estaría igual o peor que yo por saber qué sucede.

Dando un suspiro profundo acerque lena y cuidadosamente mi mano al celular de ella y lo agarré.

-¿Qué haces?

Mi alma, abandonó mi cuerpo por unos segundos y baje la mirada para ver como Marinette había despertado y me veía con seriedad.

Yo... ¿estoy muerto?

¡Debo pensar en algo y rápido!

Con una gran sonrisa fingida, me puse encima de ella y le di un beso en los labios.

-Sólo quería darte un grato despertar.

¡Por favor, que se la crea!

Reemplazando su seriedad por una sonrisa, me dio un beso en los labios y me abrazo.

-Gracias, pero no hagas éso por que me puedo levantar de golpe y te daré un cabezaso sí estás encima de mí.

Ya tengo bien en claro que no lo dice en broma por que una vez casi pierdo un diente.

-¿Qué deseas para desayunar?- pregunté mientras me levantaba.

Debía eliminar cualquier rastro de sospechas que ella pueda tener.

-Sorprendeme.

Fue su respuesta mientras estiraba sus brazos antes de acostarse boca abajo.

Con una gran sonrisa, salí de la habitación con mi corazón acelerado.

¡Vi mi vida pasar ante mis ojos!

Era difícil que Marinette se enojé conmigo pero cuando lo hacía, debo de admitir que me daba un poquito de miedo.

Deteniendo mis pasos me di media vuelta y me dirigí nuevamente a mi habitación.

No le pregunté que jugó prefiere.

Abrí la puerta de la habitación y...

-Marinette, ¿qué ju...

Mis palabras se perdieron en el aire ya que Marinette no estaba más en nuestra habitación.

¡¿Qué rayos acababa de pasar?!

No caminé casi nada así que ella no pudo haber salido por la puerta sin yo verla.

Miré en dirección de la ventana y frunci el ceño al ver que estaba abierta.

¿Saltó por la ventana?

¿Qué rayos fue a hacer ésa chica en pijama?

Miré en dirección de la cama y vi que su celular estaba encima de la almohada.

Me acerqué, agarré el celular el cual para mi fortuna no tenía la pantalla bloqueada y me puse a violar la privacidad de Marinette, no encontrando nada fuera de lugar mas que una foto de ella y Alya usando bigotes falsos.

Dando un suspiro profundo, decidí ignorarlo por está vez y me dirigí a preparar el desayuno.

Por más que se lo pregunte no me lo diría así que sólo debo investigar por cuenta propia lo qué oculta.

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