13. Febrero 12

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Ya tenía 19 semanas, quinto mes de embarazo y comenzaba a tener barriga.
Después de decirle a sus padres, Harucchi y el entrenador se fueron, el se habia quedado en casa hasta hoy. Se mantuvo encerrado en su cuarto, no quería hacer nada pero su madre le obligaba a comer, a bañarse y a tomarse los medicamentos, en todo ese tiempo solo habló con su peli rosaamigo, el cual le conto que todos se preguntaban por qué aun no volvía a Seido. Todavía nadie sabía del embarazo.
No podía seguir faltando a las practicas, si bien ya no jugaría más en los encuentros, el entrenador le dejo en claro que seguía siendo parte del equipo y solo entrenaría lanzamientos hasta nuevo aviso.
Su mamá prácticamente le echo de la casa diciendo que era un mal agradecido por no corresponder a las atenciones y excepciones que hacia el boss por el, se sintió culpable, por lo que en la noche llegó de vuelta a los dormitorios, cuando llegó solo estaba Kuramochi-sempai debido a que desde ese periodo Masuko-sempai ya no compartiría cuarto con ellos. Cuando entró su sempai se levantó muy rápido de su cama y le agarro de los hombros, se asustó mucho pensando que le haría una llave, debía confesar que aunque al inicio no lo quería, de a poco le había empezado a tomar cariño al pequeño alíen, bueno volviendo al tema, pensaba que le haría un llave y se asusto porque podría dañar al… renacuajo, pero solo le abrazo, y le pregunto cómo se sentía, se aterro pensando que ya lo sabía y con miedo le pregunto por que, el mayor le miro raro diciéndole “¿que no es obvio?, el Kominato menor me advirtió que estabas enfermo y que ya no podía agredirte, aunque no me quiso decir que tienes, le pregunte al mayor y me dijo que no sabía tampoco pero me advirtió de no desobedecer a su ototo” el menor solto una risa tonta aunque por dentro sentía pánico y le dijo que estaba casi bien pero que no podía hacer fuerza ni recibir golpes así que tendría que aguantarse las ganas de torturarle, comenzaron a platicar un rato “estas más gordo, deberás hacer más ejercicio ahora para bajar los kilos de más” le dijo partiendose de la risa, el solo soltó una risa falsa y le dijo que tenía sueño y que se dormiría. Pensó, que desde ese día, su vida sería una tortura.

El diario de Sawamura EijunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora