A orillas del río (Seungyul - X1)

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Cada mañana al llegar veía el panorama de todo el zoológico adornado para las fechas decembrinas.

Por lo que había escuchado la parte más bonita era la zona ártica, pues ellos eran los protagonistas de la temporada ya que habían llegado ocho renos con los respectivos nombres de los renos de Santa Claus.

Su trabajo en la constructora seguía en pie, pero comenzaría hasta el comienzo del mes de enero por lo que debía mantenerse con su trabajo en la tienda de regalos hasta entonces.

Había pensado en dejarlo, pero dejarlo significaba dejar de ver a Hangyul y no estaba seguro si podía vivir con eso. Aunque lo viera llegar con el tal Suwoong al menos lo veía.

Había intentado incesantemente hablar con él, pero el veterinario se negaba con todo su ser a eso, incluso le había dicho a los guardias de la zona ártica que no lo dejaran entrar.

“Cho Seungyoun por favor, estas vestido de duende navideño, pero pareces un troll amargado con esa cara.” Incluso Son Dongpyo sabía que estaba mal.  “Probablemente él ya salga con el otro veterinario y tu estas llorándole.”

“¿Suwoong es un veterinario?”

“Si. Ambos se encargan de los pingüinos y de los nuevos renos. Es demasiado lindo todo ahí dentro, juntos exponen a los animales, se llevan demasiado bien. Aunque Suwoong tiene moretones por todas partes nadie se fija en eso cuando están juntos, se complementan de una manera tan…”

“Son Dongpyo.” Wooseok lo regañaba.

“Lo siento.”

Dongpyo fue afuera a repartir volantes y Seungyoun suspiro mientras veía su llavero.

“¿Enserio te gustaba tanto?”

Seungyoun sintió una presión en su corazón y recordó cuando Hangyul le hizo esa misma pregunta la noche en que le confeso que estaba enamorado de él, solo pudo asentir ya que sentía que si hablaba iba a comenzar a llorar.

“Pero te golpeabas todo el tiempo… Ahh… Sabes después de lo que paso con Yohan tuvimos a cuatro personas que también cayeron en sus encantos, pero luego de la fractura no pudieron seguir viniendo pues no podían mirarlo a los ojos sin sentir culpa o miedo. De hecho, creí que renunciarías después de lo del robo, pero continuaste viniendo y le seguiste insistiendo. A veces creo que quien esta maldito es el puesto de esta tienda pues nadie dura. Lo que quiero decir es que eres diferente. A mí solo me gustaba, pero tu… ¿Te enamoraste de él?” Seungyoun miro a Wooseok y cuando sus ojos se cristalizaron el mayor Kim corrió a abrazarlo. “Lo siento tanto fue mi culpa. Fui un estúpido sino te hubiera dicho nada de lo del amuleto de mala suerte tal vez todo hubiese sido diferente.”

Se consideraba alguien poco sentimental, pero por alguna razón pensar en Hangyul lo hacía llorar.

Cuando consiguió tranquilizarse vio a Suwoong caminar mientras llevaba un costal enorme de algo que parecía comida para animales. Luego de quitarse su gorro de duende corrió hacia él.

“Oh, pero miren es el ex de Hangyul” No sabía que le dolía más, que lo llamará “ex de Hangyul” o que se refiriera a él con mucha confianza.

“¿Cuál es su hora de salida?”

“¿Qué?”

“Tiene una hora de salida diferente lo sé porque ya no lo veo salir a la hora de siempre, ni a las nueve. Así que dime a qué hora sale.”

“¿Estas consciente de que no quiere verte? Tal vez no tiene una hora de salida diferente solo sale por otro lado para no tener que lidiar contigo.” No había pensado en eso. “Amigo lo lastimaste demasiado, incluso fue incapaz de alegrarse cuando nuestro superior le dijo que le había conseguido una movilidad a un zoológico en Australia.”