Girlfriend

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Ahí estaba él, con la respiración agitada y un terrible ardor en el pecho, allí donde debía estar su corazón. No se dio cuenta de que las palabras habían salido disparadas de su boca, torpes, enredadas, inconfundibles. Ni siquiera tuvo plena consciencia de lo que había dicho hasta un par de minutos después. Pero por supuesto, para ese momento, ya era tarde. El ambiente se había convertido en un mar en donde navegaban frases prohibidas y emociones encontradas; sus amigos lo observaban con un gesto de reproche —excepto Raven, que mantenía su rostro sereno, siempre impasible—; y él se vio imposibilitado de darle una bofetada a su yo del pasado para evitar que dijera algo estúpido.

—¿No soy tu amiga?

Robin abrió la boca con tal de protestar, mas no emitió sonido alguno. En su lugar, una especie de balbuceo brotó de sus labios, como de pez que boquea en busca de agua. Entonces apartó la mirada, avergonzado. Ni siquiera era capaz de mirar a Starfire a los ojos.

De repente se escuchó un estruendo. Él, por su parte, sintió un temblor en sus rodillas. Se asomó por la barandilla del pasadizo, temiendo lo peor.

Cuando observó al monstruo naranja resurgiendo de entre el fondo del reactor, utilizando los tubos de metal para darse impulso hacia arriba, supo que la suerte se le había acabado apenas Cyborg dijo aquella palabra tan cursi y empalagosa.

—¿No soy una chica?

—Eh... quizá este no sea el momento.

Robin notó que la criatura asomaba su cabeza sobre un hoyo en el piso metálico. Ahora que la tenía enfrente, era consciente del aprieto en que se había metido.

La bestia rugió. El chico sintió aquel grito infernal removiendo las paredes de su corazón. Por inercia, retrocedió unos pasos para alejarse de la amenaza, pero cuando chocó contra alguien, se dio cuenta de que tenía otra justo a sus espaldas.

—¿Si no soy tu amiguita entonces qué soy?

Robin se dio media vuelta. Starfire tenía el ceño fruncido y los brazos en jarras. "No, eso no", decidió, por lo que se giró nuevamente. Sin embargo, delante de él tenía a un monstruo furioso a punto de atacarlos.

¿Cuál era peor?

El monstruo volvió a rugir, mas esta vez fue peor. Piezas metálicas empezaron a zafarse del techo. El corredor, suspendido en el aire, comenzó a dar peligrosos tumbos. Cyborg gritó algo sobre que la nave iba a estallar. La criatura inició una carrera hacia ellos. Parecía que la estación espacial iba a hacer implosión en cualquier momento, y él tenía que pensar en algo. Vamos, él era el líder. Cabeza fría, cabeza fría...

Miró hacia atrás. Starfire, con brasas de fuego detrás de ella, esperaba una respuesta. Miró al frente, el monstruo estaba cada vez más cerca. El techo se le venía encima.

A la mierda.

—¡Titanes, corran!

Mientras corría de regreso a la seguridad de la nave, el chico no dejaba de reprocharse en silencio, porque sabía que, tarde o temprano, tendría que reanudar esa conversación, y no todos los días tenía una bestia enojada que enfrentar para evadir el tema.

"Bien hecho, Dick. Batman estaría muy orgulloso de ti".

One-shots de los Jóvenes TitanesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora