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Comencé a golpearlo con fuerza y el me pedía que me tranquilizara, que el dolor se iba a pasar poco a poco.

Logré escaparme pero él me alcanzó y me agarró de nuevo con fuerza.

- no te preocupes amor, no te voy a lastima demasiado. Al principio vas a sentir un poco de dolor, pero después me vas a suplicar más, cada vez más.

Jimin me había agarrado y me masajeaba suavemente abajito.

Empezó a besarme y su dedo comenzó a abrirse paso dentro de mí que poco a poco me fui abriendo como iglesia en día de misa y en unos minutos ya podía sentir tres de sus delicados y largos dedos bombeándome.

Yo me sentía en las nubes y le decía entre gemidos:

- Eres mi ángel, el que cielo envió para hacerme compañía. Solo tú sabes el camino hacia la felicidad y quiero brindarte refugio en estos momentos de necesidad semental. El amor que compartimos nutre tus huevos de dulce néctar y me hace cada vez más fuerte para soportar tus embestidas.

- ya no puedo más, te deseo, me traes muy caliente – me dijo Jimin mientras colocaba la punta que palpitaba de placer.

Mi Vecino Jimin ft. Ruben AlemanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora