Cajita de recuerdos

Te prometo - Layl

NUESTRA PROMESA

Otra vez estaba sufriendo por Amor.
Lloraba en la noche denuevo.
Si, ya me habian roto el corazón millones de veces antes, muchos niños me habian gustado, pero nunca nadie tanto como Jimena.

Ella es perfecta, es mucho mas alta que yo ( a duras penas alcanzo su pecho); cabello de color negro, largo y hondulado; su cara angelical de piel blanca, pecas en sus mejillas, ojos color miel y con unos labios que hacian pecar en pensamientos a cualquiera; su sonrisa hermosa la cual cumplia la funcion de perfeccionar la belleza que ella tiene. Con una mujer tan hermosa como ella como pude haber pensado que le llegaria a gustar una idiota como yo: del tamaño de pitufo, morena, ojos y pelo color caca, mas cachetes que cara, labios pequeños y con un par de libras de mas.

Entre mis pensamientos hundidos en helado de pistacho me recorde de nuestra promesa que ella estaba rompiendo: jamas latimarias a la otra.

Esa promesa la hicimos en mi cumpleaños, trece de febrero, Ella me regalo cajita de madera color cafe y con flores blancas pintadas. Dentro de la caja se encontraba un collar con una mariposa color morada. Desde entonces siempre la llevo en mi cuello.

-¿por que crees que es tan grande y solo tiene una cosa?- me pregunto con una sonrisa en su boca.

-¿por que...pagan hasta pasadomañana?...- dije en broma.

-serás pendeja- dijo entre risas- nop, es que quiero que esta sea nuestra caja, mi amor...

-¿Amor? ¿Desde cuando te refieres a mi con tanta dulzura? Siempre me llamas por mi nombre, o pendeja...o linda...o calamar...pero nunca...

-¡¡¡Shhhh!!! ¡DEJA QUE TE CONSIENTA EN TU CUMPLEAÑOS ISA!

- Uuuy, perdon pues... prosigue con tu testamento aprendido de memoria

- No, ya me iterrumpiste...- exclamo la dramatica.

- no te enojes por favor...amor...¿esta bien que te llame asi?...

Jimena me saco la lengua y se dio la vuelta viendo hacia el closet de mi cuarto. Yo solo me sente en mi cama y la jale de la cintura para luego abrazarla

- Por favor, dime.

-¿Y me vas a dejar hablar SIN HACER TUS COMENTARIOS?-siempre le gustaba hacerse la digna

-bueno, bueno...- puse los ojos en blanco.

- quiero que en esta caja, guardemos todos nuestros recuerdos... cartas... pensamientos... esa clase de cursilerias que a ti tanto te gustan - dijo dandose la vuelta para verme.

- si por eso es la caja...¿por que es el collar?

- es una promesa que te estoy haciendo; jamas te voy a lastimar.

-¿acaso no leimos juntas " the fault in our stars"? Es imposible no lastimar a alguien...

-Tienes razón... pero es diferente... por que te quiero a mi lado siempre y... tu me entiendes... ¿verdad?...

-...la verdad no, pero pensemos que si...

- El punto es, mi niña... sabes que te amo, si somos pequeñas...

-tu no lo eres- dije casi susurrando, lo cual ella prefirio ignorar.

-nuestros Padres no saben nada, nos expulsarian del colegio, y todos piensan que nos odiamos, pero la verdad es que con todo y eso eres lo mejor que me ha pasado, tus ojos divinos color café, tus cachetitos divinos, tu dulzura, tu romanticismo, tu sarcasmo y todo, eres perfecta - se salieron un par de lagrimas de mis ojos - te amo, y quiero estar a tu lado siempre princesa, por eso te doy esto, a pesar de ser una caja casi vacía pintada es para que tu la llenes, por que no me puedes negar que tu guardas en tu joyero cosas con significado, como el papelito que tenian los cubiertos del restaurante que fuimos a nuestra primera cita y el tulipan rojo que te di cuando declare mi amor hacia a ti...

-Jime, ¿como sabes eso? - la interrumpi desconcentrada.

-por que el dia que ibamos al cine abri tu joyero para tomar tus aritos en forma de limones que me estabas prestando.

En ese momento me quede con la boca abierta por que no pense que ella se fijaria en eso

-Isabella te conozco por que se gracias a tu adicción a los libros vives soñando despierta...

-¡no es cierto!- exclamé entre sollozos.

-lo que digas, el punto es... cuando vi que guardabas ese tipo de cosas sentimentales pense que seria lindo que tuvieras un lugar bonito donde guardar todo eso y no se arruinaran entre tantos aretes, pulseras y tobilleras - entonces se sento a mi lado en la cama y me abrazo, en medio de sus brazos no exista nada en el mundo. Solo eramos ella y yo. Jime e Isa.