Hace unos años...
Todo estaba bien, todo era de maravilla para estos dos estudiantes. Se conocieron en un ataque de los villanos contra su escuela, pelearon juntos y derrotaron a infinidad de los mismos. Eran el equipo perfecto, sin duda, con poderes tan compatibles entre si. Era impresionante lo bien que podían trabajar juntos. Ojalá pudieran llevarse igual de bien en persona. O eso intentaba Eijirou Kirishima.
–¡Bakugou!
Gritó el pelirrojo corriendo hacia al rubio cenizo, quien solo paró de caminar con una notable expresión de fastidio en su cara.
—¿Qué carajos quieres ahora, pelos de mierda? Nuestro horario escolar terminó.
Dijo mirándolo de reojo y dándole la espalda. Todo lo que hizo en todo éste tiempo fue mirarlo de esta forma, pero a Kirishima parecia no molestarle, era la personalidad de su compañero y no podía hacer nada al respecto, siempre fue muy paciente aceptando cada parte de quien quería volver su amigo, viéndolo de forma varonil.
–Parece que estás solo todo el tiempo... ¡Dejame acompañarte, tal vez así podamos llevarnos mejor y conocernos!
Dice acercándose más al rubio, sonriendo, poniéndose al lado de él para continuar caminando.
–¡¿Y quién dice que yo quiero ser tu amigo? ¿Huh? Pierdete y dejame sólo! ¡También camina detrás de mí!
Era difícil acercarse a Katsuki sin que te tratara de ésta forma todos los días. Era gruñón, arrogante, egocéntrico, muy poco sociable. Era desagradable en personalidad según mucha gente. Pero Eijirou nunca se rindió, veía una luz en él que decía lo contrario a lo que unos insultos y palabras grotescas dirían, sus ojos radiaban con la luz del sol, tanto como de verano como de cualquier otra estación. Siempre intentaba estar cerca de Bakugou, mientras tanto nunca se dejó pisotear por él, era algo que el rubio admiraba, no le agradaba la gente lamebotas y Kirishima cumplía todas sus expectativas como a lo que él creía un amigo. Admitía que el pelirrojo era molesto en cierto punto, pero con el tiempo, dejaba de odiarlo, empezó a disfrutar la compañía de éste. Pudo vivir con sus tonterías, incluso podría decirse que algunas le parecían divertidas pero nunca lo admitía, compartían cosas en común, peleaban juntos, entrenaban juntos, empezaban a salir juntos de vez en cuando, hacían de todo y Eijirou cada vez lo veía de una forma especial e igual Bakugou, era el sol que lo continuaba a seguir cada mañana, estaba muy feliz de conseguir ser su amigo. Hasta que una noche, un poco después del rescate de Bakugou...
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Oh Bakugou... [Bakushima-KiriBaku] FINALIZADO
Fanfiction¿Qué se supone que debas sentir cuando la persona que crees amar durante tanto tiempo, te deja para siempre? Jamás podrás recuperarlo y eso era lo que más le dolía a nuestro querido pelirrojo. Les contaré las desgracias que uno siente al amar demasi...