Me relajaba escuchando la música proveniente de los parlantes que estaban en el baño, dejaba que el olor a jazmín me invadiera mientras pensaba; esto realmente me encantaba, dejar de pensar y solo concentrarme en las sensaciones que sentía en cada parte de mi cuerpo, el calor abrasador de las velas, el olor profundo, la fluidez del agua contra mi piel y la música, que podía hacerte reír o llorar, la música que calmaba a un alma perturbada y hacia retumbar a un corazón estático.
Mi mente viajaba por todas partes, mis pensamientos divagaban sin centrarse en ningún momento especifico, me sentía liviana, tranquila hasta que mi celular comenzó a sonar
- Lía bella, ya estoy yendo a tu casa - escuche decir a Blaire al otro lado de la línea
- ¿No es muy temprano?
- ¿No has visto la hora? - y en ese momento fue que me percaté de que eran casi las siete de la noche, había estado casi una hora en la bañera
- No me di cuenta, ¿en cuánto tiempo llegarás?
- En media hora, necesito que me ayudes con mi cabello, solo tú sabes cómo domarlo, es imposible
- Blaire, teniendo tantos estilistas me eliges a mí, que honor - dije riendo; la verdad es que Blaire había asustado a la mayoría de estilistas con sus gritos y desesperación, se estresaba muy rápido, se aburría y era un dolor de cabeza cada vez que alguien intentaba arreglar su cabello
- ¡¡¡Lía!!! No te rías, estoy en crisis
- La duda es ¿cuándo no estás en crisis? - dije riendo
- Búrlate todo lo que quieras, luego me vengaré
- Ya ya, iré a cambiarme, cuando llegues te arreglo
- Te amo - dijo y luego me colgó
Salí de la bañera y me coloque mi bata de baño; ya en mi habitación me perfume con una esencia de jazmín el cuerpo y me coloque crema humectante para luego dirigirme a mi tocador para comenzar a maquilarme.
Quería algo más de maquillaje en esta ocasión, algo que impactara, así que me decidí a hacerme unos ojos ahumados en color negro, para darle profundidad a mi mirada, me coloque un poco de máscara de pestañas y un labial mate color vino; luego alise mi cabello y me puse la ropa que había elegido.
Entonces como si de un huracán se tratase, entro a mi habitación una Blaire estresada, frustrada y desesperada
- Ayúdame - dijo al borde de una crisis
- ¿Qué es tan trágico?
- Me veo espantosa
- Blaire, dudo que eso sea posible
- ¡Lia! - dijo al borde de las lágrimas
- Ya, tranquila; ven
El cabello de Blaire parecía un nido de pájaros; no tenía ni idea como había hecho eso, pero iba a solucionarlo; la lleve a mi baño y le enjuague el cabello, le coloque algunas de las cosas que yo usaba y luego se lo seque mientras veía como ella se iba relajando; luego me dedique a peinarla y decidí hacerle unos bucles con mi rizadora; se veía realmente bonita.
Fui a mi closet por algo para que ella usará y me decidí por un vestido pegado color verde cobalto y unos lindos tacos negros; luego de que ella se vistiera la maquille un poco y me quede observándola; realmente Blaire era muy hermosa.
- Ves, no era para tanto - dije haciendo que se viera en uno de los espejos de cuerpo entero que tenía en mi habitación
- Eres la mejor - dijo abrazándome y luego me alejo para observarme – tú te ves increíble, eres perfecta - me dijo y yo solo sonreí levemente
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TEARS OF HEAVEN// Lágrimas del Cielo
Teen FictionPERFECTA Esa palabra describía completamente a Lía Bramson, pero todos los ángeles tienen su propio infierno y ella no era la excepción. Aspen Cleventton, más adictivo que cualquier droga, un demonio por naturaleza; con un pasado lleno de peligro y...