Solo paso a recordarte que eres hermosa.
Llevo muchos meses contemplándote, incluso se están convirtiendo en años y tú me sigues pareciendo tan espectacular como el primer día.
Es que la curiosidad sigue viva, quizá sea porque nunca tengo suficiente de ti.
Porque siempre voy a querer más y siempre voy a desear que me seas infinita.
No reparo en lo especial que eres, ni en la forma en que me haces sentir.
Desde que llegaste haces mi vida un poco mejor cada día.
Te convertiste en un pensamiento diario y aún sin saberlo, muchas de mis decisiones siempre eras tú.
No entendía cuanto estaba aprendiendo a quererte, hasta que tú eras a quien pensaba cuando todo iba mal.
Tenía de ti casi nada y sentía todo. Y ahora que te tuve y te tengo al cien, sé que aunque pudiera tener a todos los habitantes del mundo, ninguno lograría ser más importante que tú.
Porque tú eres el infinito eres tú cuando sonríes y haces al cielo pequeño y a las estrellas polvo.
