Capítulo 8: "Mi mayordomo... en apuros".

971 74 6
                                    

Después de encadenar a Molly y de prometerle que todo iba a estar bien, fui a la habitación de Trisha, ustedes se preguntarán ¿porqué ella? fue porque mi ama me lo ordenó.

—¿Ya encadenaste a mi hermana?
—Así es, nos toca hacer guardia a ti y a mí esta noche.
—No olvidemos a  Savana.
—¿Cuál "Sábana"? no recuerdo que Lady Midnight me haya ordenado llevarle una sábana a Molly.
—¡Dije Savana, no sábana tonto!— dijo Trisha después de señalar a su tigresa blanca.
—No creo que sea lo más prudente dejar dos bestias juntas.

Indignada Trisha toma una lanza de su cuarto y la empuña contra mi cuello.

Y con una voz aterradora dijo:

—DIS-CÚL—PA—TE.

No tenía otra opción, ya tenía suficiente con lidiar con una ama que me odiara. No quería que Trisha hiciera lo mismo.

—Mis más sinceras disculpas, gatita.

La gran tigresa blanca se abalanzó hacia a mí, por un momento pensé que quería comerme, pero de pronto me dio un gran abrazo y ronroneo como un lindo gatito.

—¿Ya vez? es completamente inofensiva, nos protegerá.
—Está bien Savana, puedes venir con nosotros.

Trisha, Savana y yo fuimos hacia nuestros respectivos puestos esperando a que Molly se transformara por fin.

Y cuando la luna llena estuviera en su punto más alto, sería la hora de la verdadera batalla.

—¿Qué te pasa Scott? ¿estás nervioso?
—Claro que no.
—Entonces ¿porqué estás temblando?

Esa era la hora de revelar un gran secreto, uno que ni siquiera se lo había llegado revelar a mi ama por vergüenza.

—Le tengo mucho miedo a los hombres lobo.
—¿Y eso? ¿qué fue lo que pasó?
—Hace años, cuando apenas era un infante tres hombres lobos estuvieron apunto de comerme. Sino fuera por mi hermano mayor yo estaría muerto.
—¿Porqué no se lo dijiste a mi madre justo en el momento que te contrató?
—Me dio vergüenza, no quería que ella no quisiera contratar mis servicios por ese tipo de miedos.

Ahí Trisha dijo algo que me sorprendió muchísimo, ya que normalmente no era ese tipo de chica sabia.

—Todos tenemos miedos Scott, hasta el mismísimo diablo.

Diablo, eso era yo.

—¿Tú a qué le tienes miedo?
—A regresar a la India, por un lado quiero volver a estar con mi abuela, pero por el otro no quiero que me obliguen a casarme con alguien que no amo.
—Ya veo.
—No te preocupes Scott, yo no revelaré tú secreto si tú no revelas el mío.
—Gracias, de hecho ese no es el único secreto que tengo...

Diablos Scott ¿qué estás haciendo?

—Ya lo sé.

¿En serio? ¿Trisha ya sabe que soy un demonio? ¿qué me delató?

—¿Lo sabes?
—Sí, sé que te gusta mi hermana Melody.

Fiu, eso estuvo cerca.

—Bueno...— dije algo sonrojado.
—Descuida, me di cuenta por la forma en que la miras, por mí no hay ningún problema siempre y cuando mi madre no se entere.
—Sí es eso.

Hay Scott, estuviste apunto de echarlo a perder bien y bonito.

En ese instante escuchamos un ruido.

—¿Molly?
—No lo creo, es un sonido que está fuera del calabozo.
—Alguien se acerca.

Escuchamos zapatos acercándose, eran de hombre y cuando lo vimos aquel hombre corrió hacia a mí y dijo:

—¡Sebas Chan!

Él se lanzó sobre a mí para abrazarme y yo por alguna extraña razón, no me quité.

—¿Scott quién es este tipo? ¿y porqué te llamó por otro nombre?
—No tengo ni la menor idea.
—Hay, ¿estás jugando al juego de la amnesia? que tierno eres Sebas chan.

La verdad yo nunca había visto a ese sujeto en mi vida, debió confundirme como el jefe de la funeraria.

—Ya entiendo, este hombre cree que eres tú hermano.
—¿Eso es verdad? ¿no eres mi Sebas chan?
—Lamentablemente no, mi hermano mayor y yo somos muy parecidos.

Pensaba que con esa confesión aquel hombre me dejaría en paz y se iría avergonzado, pero era de Lady Grell de quién hablábamos así que...

—No importa, aún así eres lindo Scott ¿cierto?
—Sí así se llama y ahora yo te tengo otra pregunta ¡¿cómo #%#% llegaste aquí?
—No tengo nada que hablar contigo fea.

Eso sin duda hirió el ego de Trisha.

—Yo también tengo curiosidad.
—Te vi con una niña—Esa debía ser Molly— en una feria y como desaparecías con ella... ah—gimió— me pareció algo tan hermoso y te seguí por tu olor.
—¿Y no se te hizo raro que estuviera con alguien más aparte del joven Phantomhive?
—Mi Sebas Chan, hace misiones en solitario todo el tiempo, así que creí que también era...

Un gran sonido nos sacudió, era Molly.

—Oh mierda.
—¿Qué pasó Trisha?
—Algo que no te va a gustar, mientras hablabas con tú nuevo "amigo" Molly rompió las cadenas y se escapó rompiendo también la pared del calabozo.
—¡¿Qué?!

Gracias Grell, ahora por tú culpa Stella Midnight querrá asesinarme. Ya que dejé suelta a una mujer lobo sobre Londres.

—Haber pelirroja sin estrógenos— dijo Trisha sosteniendo su lanza— tú nos vas a ayudar a encontrar a la niña que estaba encerrada aquí ya que por tú maldita culpa ella escapó.
—¿Y porqué lo haría?

En ese instante comencé a llorar, no podía creer que le había fallado a mí señora.

—Seré despedido a partir de hoy.

Eso no era verdad pero...

—No llores lindo, yo Grell Sutcliff te voy a ayudar a encontrar a esa niña.

Como demonio sabía mentir perfectamente bien.

—Gracias Grell, muchísimas gracias— dije dándole un fuerte abrazo que lo hizo sonrojar cada vez más.
—Cuando quieras lindura.

Y así fue como Grell, Trisha, Savana y yo nos pusimos a buscar a la señorita Molly en esa noche de luna llena.

Antes de que Lady Midnight se diera cuenta de mi gran descuido.
Fin del Capítulo.

Kuroshitsuji: "El hermano de Sebastián".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora