IV

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Elijah me había dicho que me amaba y esta vez no tenia forma de mirarlo, mis ojos lagrimeaban y lo escuché llegar a mis espaldas.

-Por favor mírame, necesito que me escuches, si no es suficiente juro que nunca más te voy a molestar.

-Habla.-Me negaba a darle la cara y es que primero necesitaba saber si valía la pena soltar todo lo que venía cargando frente a él.
-Esa noche no fui a verla para acostarme con ella, la amenacé para que dejará de molestarte, literalmente la amenacé Emi, le dije que si volvía a acercarse a ti no me detendría por ser mujer, comenzó a llorar e intento hacer muchas cosas, entre ellas desnudarme, por alguna razón enferma pensaba que si lograba acostarse conmigo eso cambiaría pero solo logró romper mi pantalón, salí de ahí y fue cuando te vi, estaba ebrio y sé que casi ni podía hablar pero estoy más que consciente de lo que pasó porque incluso me confesó muy asustada pensando que realmente la golpearía que el tipo que te intento asaltar es un amigo suyo, un pretendiente y lo he buscado para hacerlo pagar pero hasta ahora no lo he encontrado.- Ahora estaba furiosa y lloraba con más fuerza entonces Elijah se atrevió a poner las manos sobre mis hombros para girarme hacía él.- Por favor pequeña, háblame.

-La detesto Elijah, la detesto a un nivel que no conocía.- Un sollozo salió de mi y veía en su rostro que me comprendía.-Pero también me detesto un poco en este momento, lamento mucho haber pensado lo peor de ti y dejar que esa maldita loca se metiera con nosotros.- Me arrojé a sus brazos y de inmediato me arropó con ellos.

-No te preocupes, discúlpame a mi por hacer estupideces sin decírtelo, todo fue mi error y entiendo que pienses lo peor de mi porque soy de lo peor de esta tierra pero para ti quiero mejorar, cambiar mis defectos.- Negué y es que no pensaba que él fuera lo peor.

-No eres de lo peor y no quiero que cambies, me gustas demasiado así como eres, de esos defectos de los que hablas son de los que me enamoré.- Me apretó un poco mas entre sus brazos y suspiré al sentir su corazón latiendo tan cerca de mi.

-Oh Dios, no sabes cuanto extrañaba tenerte entre mis brazos amor.- Me acomodé para poder abrazarlo y en el proceso choqué con una pequeña cajita dentro de su cazadora, él se dio cuenta y me sonrió inocente cuando lo miré confundida.- Es tu regalo, sacalo.- Sin soltarme logre meter mi mano y alcanzar la cajita pero cuando logré verla me congelé y casi me desmayo.

-Elijah ¿que es esto?- Las manos comenzaron a temblarme de nuevo y el corazón parecía que saldría corriendo de mi pecho y no pararía jamás.

-Tu regalo.- Seguía manteniendo su sonrisa inocente y yo ya comenzaba a abrirlo para encontrarme con lo que estuviera adentro.

"Son aretes, te está tomando el pelo"

Eso era lo que pensaba pero cuando lo abrí y me encontré con un anillo en oro rosado con un corazón de cristal adornandolo el aire abandonó mi cuerpo y agradecía que no me hubiera soltado pues seguro hubiera caído o huido.

-Emi, te amo y quiero que esto dure así que si me aceptas.- Tragó saliva nervioso y tomó el anillo entre sus dedos.- Uses esto hasta que algún día pueda cambiarlo por un anillo de compromiso.

Las lágrimas no dejaban de salir de mis ojos como si de dos fuentes se tratasen pero me las arreglé para asentir frenéticamente y entonces el anillo fue acomodado perfectamente en mi dedo anular y luego de admirarlo unos segundos me lancé sobre él para besarlo.

-Te amo, Elijah.- Volví a besarlo y pronto nuestros besos cambiaron de rumbo llevándonos a querer más.

-Te necesito.

-Vamonos de aquí.- Casi corrimos hasta su casa que ahora más que nunca agradecía que estuviera cerca y estando en la entrada seguíamos besándonos mientras buscaba la llave, me pegó a la puerta y enrollé una de mis piernas en su cadera jadeando por sentirlo así hasta que me alejé de él por reírme pues unos chicos pasaron en un auto y nos gritaron que deberíamos entrar a la casa aún así solo me permitió dejar de besarlo pues me mantenía en la misma posición hasta que me cargó y volvió besarme con intensidad.

AL FIN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora