11. Renegado

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Por Ale_Grate & MichellBF

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Por Ale_Grate & MichellBF


San Francisco, USA, presente. 

El sol de la bahía deslumbraba en lo alto, pocas nubes se encontraban en el cielo y ya había sonado la última campanada de la Academia de Artes y Ciencias. Los estudiantes salían en enormes cantidades, algunos eran recogidos por sus padres, otros ya tenían sus propios autos. Nakai, como la mayoría de los días, había estacionado su motocicleta todo terreno en la calle frente a la escuela, lo suficientemente lejos para observar sin ser observado. Incluso con la chaqueta de semi-cuero que tenía puesta, los pantalones de patrón militar y las botas de trabajo, no era afectado por el calor de la costa, de todos modos no se iba a quedar ahí mucho tiempo, solo lo suficiente para ver a Dakota.

Después de varios años de que lo dieran por muerto, Nakai nunca había abandonado realmente a su hermana. Sání cuidó muy bien de ella por varios años, pero a la mujer, aunque era tan apegada a la vida, su edad poco a poco le pasó factura. La chica terminó en hogares adoptivos por varios años, mientras su hermano mayor hacía lo que podía para mejorar su futuro desde las sombras; se rompió la espalda para vivir él y a la vez conseguir una familia adinerada que buscaba a una niña con el perfil exacto de Dakota, apenas la conocieron fue adoptada al instante y llevada a California. Nakai la siguió todo el trayecto, estableciéndose en la bahía. Aún con una familia que le daría todo, él sentía la responsabilidad de protegerla, después de todo aún era su hermano mayor.

—¿Me estás escuchando? —escuchó Nakai en su oreja y lo hizo volver en sí, se había olvidado que tenía una llamada en los audífonos inalámbricos.

—Continúa —contestó de forma fría, no era una llamada social y no tenía que fingir que era amigo de la mujer al otro lado de la línea.

—No tienes idea de la posición en la que me pones, si me descubren me matarán —reclamó la mujer al otro lado de la línea.

—Hasta donde recuerdo te iban a matar cuando te salvé el pellejo y, mientras cumplas con tu parte del trato, seguirás intacta —le prometió vagamente. Aunque era verdad que la había salvado de morir en un conflicto con una pandilla enemiga, Nakai no tenía idea de que esa chica era una criminal, de haberlo sabido probablemente la habría dejado morir, pero agradeció no haberlo hecho, era bueno tener un topo en el bajo mundo.

—Está bien... nos enteramos de que la mafia china recibirá un enorme cargamento esta noche en los muelles de Oakland, como es de costumbre no tenemos idea de qué contiene, ni siquiera sabemos de dónde viene; pero la mafia china es bien conocida por el tráfico de personas, si tuviera que adivinar, diría que de eso se trata. Comentan que es demasiado arriesgado atacarlos, están moviendo todos sus contactos para que todo salga al pie de la letra. Escucha, la mafia trae a esas personas y las mantienen en el país como sus esclavos, extorsión, prostitución, drogas, todo lo que te imaginas, nosotros no llegamos a esos niveles, debe parar —explicó la mujer, y tenía razón. Había llegado a San Francisco hace ya cinco años y había descubierto un par de establecimientos que eran fachadas para tráfico de personas de parte de la mafia china, pero nunca algo del tamaño de lo que describía su contacto.

Escuadrón de Héroes: InvasiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora