𝐖𝐈𝐓𝐂𝐇 || 𝐒𝐨𝐮𝐥 𝐄𝐚𝐭𝐞𝐫

𝘿𝙚𝙖𝙙𝙡𝙮 𝙉𝙞𝙜𝙝𝙩

De vez en cuando veía la hora en el reloj de la sala. Stein se había ido a dormir a eso de las 11, pero ella aún no tenía nada de sueño.

Había estado somnolienta y exhausta todo el día, pero a su necio reloj interno no le importaba en lo absoluto. Simplemente no le daba sueño por la noche, su cabeza se negaba a apagarse a esas horas.

Le bajó el volumen a la tele y puso un documental aburrido a ver si podía conciliar el sueño, pero no dio resultado. Se hicieron las 1 de la madrugada y todavía seguía despierta.

Apagó la tele y se fue a su cuarto alrededor de las tres de la madrugada. Dio varias vueltas en el colchón, revolviéndose entre las cobijas sin lograr caer en la dulce inconsciencia.

Apenas pudo quedarse dormida a las 5:00AM, cuando los primeros rayos del sol empezaron a asomarse por la ventana.
Estaba tan tranquila en su sueño, hasta que...

—Ey —Escuchó a Stein tocar la puerta—. Ya son las 6, levántate.

Fue una preciosa hora de sueño reparador.

Otra vez se preparó una taza de café exageradamente grande. Se alistó, preparó su bolso, y en menos de una hora ya estaba caminando hacia Shibusen.

Spirit la recibió en la entrada como el día anterior, y notó que empezaba a formarse una rutina. No obstante, esta vez Spirit, se fue inmediatamente tras saludarla, alegando que tenía algo importante que hacer. Ni siquiera le dio tiempo de agradecerle por la TV ni por el sofá, pero lo haría cuando volviera a verlo.

Stein también se despidió de ella, recordándole que debía estar en la entrada a las 6 para ir a casa.

Así que, justo como ayer, se adentró en los pasillos de Shibusen. De nuevo, la cabeza le pesaba, la luz le molestaba y los párpados se le cerraban.

Recordó que Maka y Soul no estarían en Shibusen ese día.

Demonios, sin duda los pasillos eran más silenciosos sin ellos, aunque, solo un poco.

Black Star y sus espectáculos todavía seguían ahí para añadirle a su vida el ruido y la emoción que le hacía falta. Fue fácil encontrarlo, solo tuvo que seguir los gritos, el escándalo y el egocentrismo.

Se lo encontró justo después de que se había peleado con algún desdichado estudiante. Él reía escandalosamente, mientras su pobre adversario yacía medio muerto en el piso y Tsubaki veía la escena con algo de preocupación.

—Es solo otro día normal, a Black le encantan las peleas —Kid dijo como si nada.

—¡Fuku, no te había visto! —Black Star “saludó” al verla— ¡No te deprimas porque Maka y Soul no están, verme debería ser más que suficiente para alegrar tu día!

No pudo evitar reírse.

Las aclamaciones y aires de grandeza de Black Star de cierta forma le causaban ternura y hasta algo de gracia. Se le hacía parecido a un diminuto e inofensivo ratón que intenta asustar a un león.

Porque, a pesar de que Stein le había contado que Black era uno de los mayores potenciales de Shibusen, cosa que le parecía sorprendente; ante sus ojos, no era más que un simple humano.

El motivo por el que seres tan débiles como los humanos habían podido volverse lo suficientemente fuertes como para hacerle frente a monstruos, brujas y posibles demonios, era sencillo para ella.

"La unidad"

Porque cuando estaban juntos eran imparables.