Depende de nosotros

Capítulo II: Miedos

Fue una larga noche, había tenido muchos sueños en los cuales a veces despertaba, aunque no logre recordar de que se trataban, pero sabía que habían sido sueños muy buenos ya que extrañamente desperté alegre. Al despertar con estos ánimos, me levanté y fui al lago para beber agua y lavarme la cara.
Ese día pude conocer mas el entorno en el que me encontraba, si caminaba un poco más por el borde del lago y me introducía unos dos o tres kilómetros por el bosque llegaba a un hermoso valle por donde pasaba un rio. Voy a ir a explorar ese nuevo sector mañana me dije, hoy necesitaba buscar un monte, necesitaba ganar altura para ver si me podía ubicar donde fuera que estuviera.
Decidí volver a mi cueva y en el trayecto lleve nuevamente ramitas y un hongo yesquero que afortunadamente encontré, yo era un gran fan de ver serias de sobrevivencia y me acordaba de que en un capitulo de una de estas series ocupaban este tipo de hongo y resultaba bastante simple poder crear una fogata, así que hoy estaba seguro de que podría prenderla. Deje las cosas en la cueva para ir a buscar unas cuantas bayas silvestres e ir a explorar un poco más este sector.
Mientras recogía bayas en un momento escuche como pequeñas ramitas se quebraban y me puse en estado de alerta, gire con mucho cuidado para poder observar de donde provenía el ruido, venía de unos arbustos a mi izquierda, me fui acercando cautelosamente hasta que vi quien era el que hacía bullicio... era un pequeño zorro y un ciervo, los cuales al ver que se me acerque se alejaron unos cuantos metros, aunque me quedaron mirando con cierta curiosidad o eso sentía yo. Después de unos minutos ambos animales se fueron de manera precipitada, supuse que habían oído algo que yo no podía y seguí explorando en busca de un buen lugar para observar el lugar.
Al rato ya me había cansado y no había encontrado un buen lugar para visualizar la locación, además ya estaba anocheciendo y las nubes no pintaban muy bien así que me devolví a la cueva. Al llegar trate de hacer una fogata la cual resulto de manera increíblemente y me quede sentada al lado de ella, con el calor que me daba y el hambre que tenía (ya que digamos que comer solo bayas no es una gran alimentación, pero por lo menos me salvaban) recordaba las comida de mamá, las cuales eran las mejores, así me pase un rato solo pensando en deliciosas comida que esperaba llegar a comer a casa cuando saliera de todo esto y esto ultimo fue lo que me hizo recordar mi desafortunada situación... Las primeras preguntas que me asaltaron cuando aparecí al costado del lago llenaron mi mente, pero ahora con un toque de nostalgia... no me había percatado de algunas cosas más que estaba en un lugar desconocido sin saber como llegue, no me había puesto a pensar si en algún momento de que pasaría si nunca pudiera volver a casa, mi familia, mi mascota, mis amigos, ella... tengo que reconocer que al pensar en esto me invadió el pánico, quizás nunca más los volvería a ver, ni siquiera me había podido despedir simplemente desaparecí. Me puse a pensar en diversas cosas que tenia planeado hacer con ellos, que ya no podría realizar, me critique lo miedoso que fui en ocasiones por no poder hablarle más seguido a ella ya que me cohibía demasiado. Mientras pensaba en estas cosas me di cuenta de la soledad en la que me encontraba y sinceramente esta vez fue la primera vez que la sentí como tal, desde chico me había tocado pasar harto tiempo solo ya que mis padres trabajaban y mi hermano mayor estudiaba y trabaja... al pasar tanto tiempo solo había creído que ya me había acostumbrado a la soledad y acá me di cuenta de lo gran equivocado que estaba, nunca me había acostumbrado a ella simplemente aprendí a distraerme e ignorarla momentáneamente.
Para colmo se puso a llover y se apago la fogata, pude rescatar parte del hongo yesquero y unas cuantas ramas para tratar hacer otra fogata el día de mañana, me adentre a la cueva y busque una parte alta para poder sentarme ya que la entrada de la cueva iba de bajada. Deje las cosas a mi costado, me apoye contra la fría muralla y quebré en llanto. No sabía que hacer, que pensar, solo sentía angustia, miedo pero muchísimo miedo... nunca antes había estado así, por cosas de mi vida que momentáneamente no son necesarias contar y pase la mayor parte de mi vida reservando mis emociones y controlándolas "aprendiendo" a ser fuerte que era lo que pensaba, ya que antes proyectaba que debe existir alguien capaz de tomar decisiones difíciles, dejando los sentimientos de lado, pero ya no podía seguir con esto... no era capaz, solo deseaba poder dormir y despertar en el bus y que todo esto no fuera solo más que un sueño. Me acosté mientras las lágrimas aún seguían cayendo por mi rostro, cerré los ojos y a los minutos caí en un profundo sueño, mientras la lluvia iba aumentando su intensidad.
Al día siguiente seguía lloviendo con mucha fuerza por lo cual no podía salir de la cueva ya que no podía mojar la ropa ya que no tenía nada más, por lo cual solo me quedaba esperar que cesara un poco para poder salir a recorrer el sector del valle e ir a buscar algo para comer. Para evitar caer en los pensamientos negativos y tratando de pasar el aburrimiento de estar encerrado en la cueva empecé a hacer un mini mapa del lugar recorrido en la pared en la que me encontraba para poder decidir de buena manera mi siguiente movimiento. Al ver fracasado en mi búsqueda de un sector más alto lo que me tentaba de mayor medida era ir al valle, principalmente por su rio, debido a que sabía que si quería encontrar a alguien si llegase a ver gente en este lugar debería estar cerca de un rio para poder proveerse de agua potable.
A las horas dejo de llover, si no calculo mal fueron como siete horas de lluvia continua, aunque fueron horas eternas en la que no hice nada más que deprimirme y perderme más en mis pensamientos de lo que ya estaba. Sali de la cueva y solo me lleve lo que me queda del hongo yesquero en un bolsillo de mi pantalón, tenía que encontrar otro lugar para dormir o en su defecto tratar de crear algo, aunque esto era mucho mas complicado, pero me serviría para poder recorrer más.
Camine durante dos horas aproximadamente por el valle y el Sol ya estaba bajando, tenía que encontrar un lugar para pasar la noche, iba a ser una noche helada por la lluvia así que si o si necesitaba un lugar donde refugiarme. Mientras buscaba de repente escucho mi nombre, me giro y ahí estaba ella, con su bello pelo y radiante sonrisa... al verla sentí como mis miedos y preocupaciones desaparecían, con ella acá sabía que podría con todo y no me rendiría...