Enfermo De Amor

Marcas y Formas de Vida.

Él pequeño Do KyungSoo tuvo lo que podría decir una vida de puta mierda.

Desde que tuvo que trabajar a una corta edad para tener algo que comer, hasta perder a su mejor amigo, él cuál murió en sus manos.

Nunca nada en su vida fue fácil algo, ni siquiera tiene familia, desde que él tiene memoria o lo poco que recuerda, fue que siempre a vivido sólo en las calles, luchando por el mañana, durmiendo entre cartones y periódicos, enfrentando a niños y personas de mayor edad, pues nunca faltaba las típicas personas que querían aprovecharse del pequeño.

A los 7 años aparecieron las primeras personas que marcarían al cachorrito.

Lo encontraron cerca de un río mientras bebía del agua que fluía en éste, su sed siendo saciada después de tres días caminado, con un piecito descalzo y su camicita rota, Do era un niño realmente bonito en toda la extensión de la palabra, a la hora de encontrarlo le ofrecieron comida y lugar donde dormir, juguetes; incluso ropa limpia y nueva.

¿Seria una tentación para KyungSoo?

¡Claro que si!

No conocía la violencia ni la maldad tan fuerte, pero después de que se lo llevaran se arrepentiría demasiado.

Al llevárselo le hicieron tantas cosas horribles al grado que el niño ni siquiera hablaba, no decía absolutamente nada, siendo prácticamente como un bebé, orinando sé en los pantalones... Pero no podía evitarlo, era tanto su miedo de solo ver que la puerta del que era su cuarto se abría, era sin dudar algo involuntario, mas el miedo le invadía y vaya que se llevo varios golpes por hacer eso pero había; algo más.

Para KyungSoo no solo eran los golpes tan violentos que llegaba a recibir, si no que al desaparecer tras la puerta de aquel cuarto todo cambiaba de manera tremenda, varios de los que estaba ahí por ende eran mafiosos pero eso él no lo sabía solo eran personas, personas malas como en su mente y de acuerdo a su capacidad pensaba.

Pero éstas eran personas que experimentaban con él y otros chicos más que estaban en aquella casa, ellos querían descubrir una forma de hacer que omegas y betas se convirtieran en alfas y viceversa.

Sacando sangre de todos los pequeños que estaban ahí para que pudieran llevar acabo ese experimento. Pero después... Lo peor venia.

Cuando KyungSoo se quedaba con solo uno de ellos dentro, sabía que era el momento para ponerse de rodillas y abrir la boca, esto era porque todo el falo de esa persona iba a entrar en su pequeña boquita, de ese modo iba a complacer a los que estaban en ese lugar.

Marcas...

Si.

Marcas, era lo que iban dejándole al pequeño, llegando en un punto, que el miedo siempre estaba presente, como una herida sin sanar, dolía y siempre punzaba... En todo momento, no podía hacer absolutamente nada.