7.- Si te amé.

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Llegué a casa, luciendo mi hermoso vestido, abrí la puerta y ahí estaba ese hijo de su madre, sentado en el sofá, me miró y sonrió.
Su sonrisa es tan embriagante, es como si danzará entre las nubes, sostenido entre sus brazos, escuchando los gritos delirantes del infierno, mientras me pierdo en sus ojos.
Y luego siento sus labios deborar los míos con pasión, me duele el cuello y los hombros, acaba de morderme, sonreí.

Antes de darme cuanta ya estábamos recostados sobre el sofá, se detuvo y se sentó al borde, suspiró y levantó los hombros mirando al piso.

— ¿Al? ¿Que sucede?

Me miró de nuevo, su sonrisa era aún más pequeña, lucía preocupado.

— Estoy alterado... No me agradan tus amigos, lamento haberme comportado así.— Mintió — Ellos intentan que me alejé de ti, ¿Viste como me acusó de haberte hecho daño?!

Parpade y luego reí levemente, había tomado mis manos. 

— Pero tu y yo sabemos que no me haces daño, no lo haces, me amas, ya lo sé.

— si, te amo, pero no quiero que vuelvas a verlos.

Presionó mis manos, me estaba lastimando, me solté de golpe y frunció el seño.

— ¡Oh vamos! Justo como Cherry dijo, no eres mi dueño.

— lo soy!

Me atrajó de golpe a él y presionó mi cintura, intenté soltarme y ponerme de pie.

— ¡No! Suéltame... ¡ESTOY CANSADO DE TODO ESTO!

Y como un golpe en el mentón, la realidad llegó a mi. . .  Recordé todos sus abusos y sus maltratos.

Corrí, necesitaba escapar, necesitaba dejar de ser matratado y abusado. ¿Cómo no me di cuenta?

Caí al piso y fui arrastrado por las escaleras hacia abajo, intenté sostenerme pero no pude.

— Vamos encanto, no queremos que tu belleza de revista se destruya... Por eso no eh tocado tu rostro...—

Un escalofrío recorrió mi espalda.

Y otra vez, todo fue tan rápido, estábamos forcejeando, estaba arriba de mi, mis manos inferiores, las cuatro, fueron inmovilisadas, el par superior fue tomado por sus rodillas, ni siquiera sé en qué posición estábamos, sus manos estaban en mi cuello, mis piernas se movien en un fuerte intento de liberarme.

Su sonrisa me hizo aterrorizar.

Era tan tétrica, parecía estar disfrutandolo, el aire me faltaba, me besó, ¿Qué clase de rara y grotesca fantasía es está?

Me besaba con pasión y sus manos cada vez hacían más presión sobre mi cuello, me estaba mareando y pataleaba cada vez más, la cara comenzaba a hormiguearme, todo estaba tornandose borroso.

— Te amo, Angel, no dejaré que nos separen.

Me dejó respirar, lo miré con terror... Lo patie y me levante, estaba totalmente mareado, corrí a dónde mis piernas me llevaron, la puerta, la golpe, volví a ser jalado de los tobillos, creo que golpe mi cabeza, estaba aturdido, de nuevo estaba mareado y todo borroso.

— ¡Suéltame! Yo no ... No te...

Lo volví a sentir sobre mi, no podía verlo, todo estaba cubierto de manchas rojas, blancas y negras.

— No te amo más...

De nuevo sus manos estaban sobre mi cuello, con toda la presión del mundo...

🍒 ALASTOR 🍒

Estaba tan irritado, estaba molesto, ¿Cómo es posible que esa chica hiciese que mi ángel recobrase el sentido en solo segundos?

Me había esforzado tanto y ahora todo se estaba llendo a la basura.

Bien, ya había esperado mucho.

Antes de darme cuenta, sus palabras me hicieron enfurecer más.

— ¡Claro que me amas, Angel!

Sus hermosos ojos perdieron el brillo. Y su cuello... Su cuello tronó, un último suspiro escapó de sus labios.

— ¿Angel...?

Retrocedi, no... Mi etéreo Angel no podía estar muerto .. no.

— Me estás asustando Dust...

Lo levanté, sin darme cuenta mis mejillas estaban húmedas, seguía sonriendo, pero... No era que quisiera.

— Si te amo, si te amo... Te amé desde la segunda noche ...

Pegue mi frente a la suya aún tibia, no respiraba, no había respuesta, los lindos tonos dirás de su cuerpo se tenían de un gris suave... ¿Que había hecho?

Maté al único ser que me amó a pesar de ver lo peor de mi.
Al único que soportó cada uno de mis golpes sin rechistar.

Si te amé Angel.
Te ame como nunca había amado a nadie.

Lo siento.

Y ahí se quedó el venado, sosteniendo entre sus manos el cadáver de la angelical araña...
Llorando le y lamentándole entre risas el haberle hecho tanto daño, quizá en otras circunstancias... Todo pudiese haber Sido mejor.

Suspiró y cerró los ojos, acunando el cuerpo de su amado entre sus brazos mientras sus rojos cabellos color cereza se tornaban mora azul.

Extrañaría ese dulce sabor a cereza que los labios y cuerpo del arácnido tenía.







F I N

F I N

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Dulce como cereza.~🌸 RADIODUSTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora