"Si pudiera volver a verte" - WangXiao/YiZhan

Capítulo VIII

-No... No... ¡No!-

-Xiao Zhan tranquilízate-

-¡No Mei! Debo volver... él... él iba a decirme algo... Mei-

-Xiao Zhan escúchame...-

-No Mei... por favor... yo...-

-Prometiste no volver a pedirlo Xiao Zhan... ¿Sabes cuanto me costo que volvieras? ¡Te llame muchas veces!-

-... ¿Qué?-

-Si Xiao Zhan... Estuve varios minutos intentando que volvieras, de no ser posible aún seguirías ahí-

-Pero... aún no había hablado con el lo suficiente-

-El tiempo es distinto Xiao Zhan... es como si en el más allá no existiera el tiempo. Estuviste ausente por una hora-

-¿Una hora? Pero...-

-Quizá no fue mucho tiempo para ti, pero fue lo necesario... estaba asustada de no poder regresarte-

-Mei... Mei debo volver, Yibo...-

-Xiao Zhan basta. Lo prometiste, es muy peligroso y no se debe hacer más-

-Yibo tenía algo que decirme y no pude saber qué era, necesito saberlo-

-Xiao Zhan...-

-Mei, por favor. ¿Qué tal si eso es lo que no lo deja descansar?, ¿Sí me necesita?-

-En ese caso, es algo con lo que tú no puedes intervenir Xiao Zhan. Ya no pertenecen al mismo mundo... Yibo tendrá que encontrar la manera de resolverlo, solo-

Aquellas palabras provocaron un dolor indescriptible en mi, quizá tenía razón o simplemente me lo decía para ya no intentar comunicarme con Yibo, pero me era imposible, él quería decirme algo que parecía importante.
Despedí a Mei y Kun minutos después de prometer no intentarlo de nuevo y dejar que las cosas tomarán su rumbo; tenía que re acomodar mi vida, dormir bien, enfocarme en encontrar a Guo, dar lo mejor de mí en el trabajo que amo demasiado. Era momento de un cambio, aunque fuera difícil hacerlo.

Los primeros días todo marchó casi bien, y digo casi porque Guo aún seguía desaparecida y eso me tenía muy deprimido, la extrañaba y temía que algo malo le hubiera pasado; nadie me daba noticias de ella.
Pasada una semana mi rendimiento mejoro según mi manager, me notaban con mejor rostro, pues ya podía dormir sin tener que tomar las pastillas. Era algo gracioso e ilógico para mí, ya que me seguía sintiendo de la misma manera por dentro; supongo que es un problema menos tener que ser invadido de preguntas todos los días, acerca de mi estado de ánimo. Si mi cuerpo reflejaba estar bien, todos parecían conformarse.

Pasadas dos semanas, explote. No pude seguir soportando, me mataba la duda de aquello que Yibo me quería decir y extrañaba demasiado a Guo; varias personas me dijeron que ya no volvería y adoptará otro gato, pero yo no quería otra mascota, yo la quería a ella y nada me decía porqué se había ido.
Esa noche llore nuevamente en mi habitación, me sentía perdido; sabía que tratar de hablar con Mei de nuevo, no ayudaría, porque se negaría y eso me ponía peor. Me encogía en la cama para abrazar mis piernas y tratar de calmar mi llanto, pero no lo conseguía, hasta que un golpe dentro de la habitación me asusto y enfoque mi atención en aquello.
La luz que entraba por la ventana era suficiente, por lo que pude ver que es lo había provocado el ruido y se trataba nuevamente del peluche; le había comprado una base ligera de madera, así que el golpe se escuchó fuerte.