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18: 45 horas;

23 de diciembre;

Hasetsu, Japón.

—Viktor~, despierta. Se nos hará tarde.

El pentacampeón de patinaje se encontraba profundamente dormido, después de un gran banquete de parte de los Katsuki era capaz de dormir hasta el día siguiente.

— Viktor, por favor. —insistió el japonés con un poco más urgencia. Acariciando el hombro de su esposo y arreglando las platinadas hebras que posaban sobre su frente.

Pronto cumplirían cuatro años de matrimonio —no público, claro— y, aún después de tanto tiempo, Yuuri no se sentía seguro de despertar a su pareja por la fuerza. Suspiró decidiendo intentar por última vez antes de que su subconsciente decidiera tirarlo de la cama.

— Vitya...— le habló con un suspiro de carmín en sus mejillas. Ahora sacudiendo su casi-inerte cuerpo.

El ruso soltó un leve gruñido, abriendo de a  poco sus ojos, encontrándose a su amado mirándolo fijamente y sonriendo por inercia. Talló con pereza sus ojos.

— uhm, Yuuri ¿Qué horas son? —preguntó con voz ronca y somnolienta actitud.

— Tarde, cariño. Debemos de movernos si es que no queremos perder la reservación. —el pelinegro se levantó de la cama esperando que el otro lo imitase.

Tan pronto terminaron de alistarse salieron de la habitación. Con bufandas, gorras y abrigos puestos se despidieron de sus parientes y de Makkachin, partiendo de las aguas termales al aeropuerto de Hasetsu.

Por fin tendrían sus tan esperadas vacaciones después de la temporada.

— ლლ —

— Yuu-ri~ —habló Viktor con su típico cántico acompañado de una entrecejo ligeramente fruncido. Había bastante turbulencia en el vuelo impidiéndole continuar su siesta.

El susodicho alzó las cejas quitandose un audicular. Sin saber le había interrumpido de ver anime, el capítulo más reciente.

—...¿Tus padres no se molestaron al decirles que no pasarías navidad con ellos?, llevabas meses sin verlos. — preguntó.

— Ellos lo entendieron, además, son sólo unos dias. Regresaremos a pasar año nuevo juntos.

Conmovido por su preocupación el japonés le regaló un corto beso en la mejilla, acomo- dándose luego en su pecho y ofreciéndole un audicular. El mayor lo aceptó y se dispuso a ver anime con su esposo, ahora con subtítulos en inglés.

Katsuki, además de ser un amante de la comida y del patinaje, también era un gran fan del anime; estás vacaciones servirían también para cumplir uno de sus sueños frustrados de la adolescencia: ir a una convención de anime. La más importante del año coincidía con sus días en la megalópolis y por nada del mundo se la perdería.

Él había sugerido la cortas vacaciones en Tokio argumentandole a su amado que Japón tenía bastantes e interesantes lugares qué visitar, no solo su pequeño Hasetsu... Además de que su cosplayer favorito iría a la convención ¡Podría conocerlo en persona!

Talvez las vacaciones serían más divertidas para él que para su esposo, por esa misma razón tenía ya algo preparado para él.

— ლლ —

La luz del Sol atenuada por finas nubes se asomaba por las finas cortinas de la habitación.

Hoy era 24 de Diciembre:
Noche Buena;
La Convención y
La víspera del cumpleaños de Viktor.

Fue gracias a la alarma que el ruso pudo levantarse sin problemas, el japonés en cambio, dormitaba plácidamente en sus brazos provocándole una suave sonrisa.

Ohayō, Yuuri-kun — le habló suave. Viktor se había vuelto bastante bueno para hablar japonés en estos últimos meses.

Ohayō, Anata~ — contestó semi dormido mientras estiraba sus extremidades, antes de darle el "beso de buenos días" a su pareja quien lo esperaba pacientemente.

Se acercó con lentitud a su amado, intercalando la mirada entre sus frías orbes celestes y sus labios. Posó la mano en su mejilla depositando un casto pero corto beso en esos finos labios; cosa insuficiente para Viktor.

El mayor sin pensar mucho actuó tomándolo por la cintura y robándole un beso un poco más apasionado. Degustó los rosados labios de su amado, disfrutando su danza y el calor que emitían sus cuerpos. No pasó mucho para que se separaran sonriendo, mirándose con un gran cariño.

Sin más pidieron el desayuno al cuarto y poco después se alistaron para salir

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Sin más pidieron el desayuno al cuarto y poco después se alistaron para salir. Afortunadamente el hotel no estaba muy lejos del salón donde la convención sería realizada...sumando que el clima era perfecto para dar una caminata.

— ¿Cómo se llamaba el evento al que iremos?

— Es una convención. Por lo general la gente va a comprar mercancía de sus animes, mangas y películas favoritas; va a conocer personas y a participar en los concursos que se organizan. Hay canto, baile, subastas,una galería de arte hecho por fans...

Los ojos del japonés se iluminaban con cada detalle que le platicaba a su pareja, se le veía muy emocionado.

—Oh! También están los cosplay.~~

— ¿Cosplay?

— ¡Si! Son personas que se caracterizan de sus personajes favoritos. Recrean sus atuendos, cabello y actúan como ellos. Vas venir un gran cosplayer hoy, ya quiero conocerlo. También es japonés y muy apuesto~

— Ah, ¿si?

— Qué puedo decir...creo haber oído que tiene familiares rusos. Tal vez tenga una debilidad por los tuyos —Viktor no tomó lo último de buena manera, era algo posesivo con él.

— ¿Cualquier ruso?

— hmm, en especial por los rusos de ojos celeste, largas manos y delirio de calvicie. —El mayor llevó una mano al pecho de inmediato fingiendo sentirse realmente ofendido.

Y es que el menor sabía que realmente era una de sus mayores preocupaciones.

— Sabes bien que te seguiré amando de cualquier manera, calvo o no. — entrelazó ambas manos con el más alto buscando su mirada. Este le dedicó una casi imper- septible sonrisa que Yuuri imitó con más energía.

Cualquier inseguridad era nada comparada a su inmensurable amor.

Llegaron al grandioso edificio de moderna arquitectura y fachada de cristales. Compraron las entradas dispuestos a continuar por el amplio pasillo, al menos así hasta que se escuchara un animado "Arigato ~~" por parte del de hebras platinadas.

— vik..! —dandose cuenta de lo que iba a decir se paró a si mismo de hablar, llevando sorprendido una mano a su boca. El casi nombrado se rió y simplemente besó el dorso de la mano ajena.

Ambos sabían que debían de mantenerse en un bajo perfil por el bien de su privacidad.

— Vamos — entrelazó su mano con la del contrario invitándole a avanzar.

Vacaciones En Tokio [Viktuuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora