Louis no recordaba la última vez que se había besado de esta manera con Harry, siempre eran toscos, buscando más y ahora se besaban lento, con calma. Harry rozó sus labios cuando hizo falta el aire y le apretó con suavidad la cadera, Louis sonrió besándole la mandíbula. Su teléfono vibró en sus bolsas traseras e hizo un esfuerzo por levantarse del regazo del mayor pero no lo logró, Harry no lo dejó, en su lugar metió su mano en su bolsillo y le tendió el teléfono. Louis se dejó caer en su regazo otra vez y leyó el mensaje de Kyle con una mueca.
"Viene en una hora." Susurró aventando su teléfono a la cama.
Harry parpadeó despacio y se acercó para besarlo pero el castaño se levantó.
"Tienes que irte ya."
"Ni siquiera quieres estar con él, sólo dile que te sientes mal." Harry se levantó y lo abrazó por la cintura. "Y ordenamos pizza y alitas."
Louis embozó una sonrisa y rodeó el cuello de Harry con sus brazos mientras se ponía de puntitas.
"¿Puedo elegir la película?"
"Sabes que sí." Le plantó un beso en la frente y se acomodó los rizos, Louis encontraba tan atractivo ese gesto, estaba perdiendo la cordura.
Se disculpó con Kyle diciendo que le dolía la panza. Una punzada de culpabilidad le atravesó el pecho y la ignoró, lo había estado haciendo por meses.
Harry estaba feliz, Louis prefería pasar tiempo con él que con su intento de novio, iba a ser cuestión de tiempo para que se diera cuenta que todo lo que buscaba estaba en él. Lo abrazó por atrás y le besó tras la oreja.
"Estás muy cariñoso últimamente, ni siquiera hemos follado." Louis le acarició las manos.
"¿Quieres que te folle?"
"Duh."
Harry soltó una carcajada y lo giró acunando sus mejillas.
"¿Ya mismo?"
"No, ahora mismo quiero alitas y cucharear."
Harry le besó los labios con ternura.
—
Tenían las mejillas manchadas y los dedos llenos de la salsa de las alitas, la pizza estaba a medio comer y la sala estaba inundada de servilletas. Louis se levantó yendo hasta la cocina, se lavó la cara y las manos y mojó un trapito regresando hasta Harry.
Le limpió las mejillas con una sonrisa, Harry lo veía con adoración y ni siquiera estaba consciente de eso. Cuando sus manos y rostro estuvieron libres de salsa, Louis se acurrucó en su pecho esperando que lo abrazara.
"Te hicieron con el tamaño perfecto para ser la cuchara pequeña." Susurró con una sonrisa.
Louis soltó una suave risa, iba a responder pero la puerta se abrió y su madre entró mirándolos con el ceño fruncido. Louis se levantó rápidamente y se sentó al otro extremo del sofá, Harry lo miró confundido y se sentó acercándose a él.
"Creí que estarías con Kyle."
"Me sentía mal." Louis sonrió, su madre bajó la mirada a la comida y alzó una ceja. "S-Si ya me iba a enfermar iba a disfrutar una buena comida."