Estaba agotado, la hora en su teléfono marcaba las dos con cuarenta minutos y soltó un suspiro lleno de pesadez, Louis ya estaría dormido. Empujó la puerta de la entrada con cansancio, habían estado tocando noche tras noche en bares y estaba tan feliz de hacer lo que tanto le gustaba pero al final del día era agotador porque no veía a Louis, no siempre podía ir a verlo él también estudiaba después de todo.
Se rascó la nuca y caminó directo a las escaleras soltando un bostezo, su padre carraspeo desde la cocina exaltándolo.
"Lo siento, creí que estarías dormido."
"Sigues llegando tarde." Robin tomó un sorbo de su cerveza y lo miró. "¿Qué tanto haces a estas horas?"
"Toco en un bar papá." Harry hizo una mueca y le devolvió la mirada. "Eso me ayuda a pagar la escuela."
"Quiero que te vayas de la casa." Dijo sin despegar la mirada de él.
"¿Qué?" Harry frunció el ceño, confundido.
"Como escuchaste, después de todo ya puedes con tus propios gastos incluso te pagas esa escuela mediocre." Su padre se levantó dejando la lata en la mesa y caminó hasta él, Harry apretó la mandíbula. "Tienes dos días." Y subió azotando la puerta de su habitación.
Harry se quedó al pie de las escaleras con el nudo en la garganta y después de unos minutos subió con lentitud cerrando la puerta de su cuarto. Se debatió en si debía llamarlo o no, no quería molestarlo con eso pero sentía que el mundo se le caía encima. Con dedos temblorosos marcó al número de la única persona que necesitaba y cuando estaba apunto de colgar y rendirse lo escuchó.
"Hola cariño ¿apenas saliste?" La voz de Louis sonaba adormilada, Harry tragó saliva con fuerza.
"Hey." Susurró con voz ronca, las lágrimas le nublaron la vista. "Sí, apenas llegué lo siento por llamarte a esta hora."
"No te preocupes Hazz." Louis sonrió tallándose los ojos. "Te eché de menos."
Harry se echó a llorar.
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Louis no se molestó en tocar, sabía donde estaba la llave y entró apresurado subiendo las escaleras en segundos. Entró al cuarto de Harry y lo encontró tirado en la cama con el cuadro de su madre sobre su pecho y la vista fija al techo.
"Amor." Louis susurró, Harry giró su cabeza y su labio tembló. "Estoy aquí, estoy aquí Hazz."
Harry apretó sus labios, Louis se quitó los vans y subió a la cama rodeándolo con sus brazos, no dijo nada, sus labios pegados sobre su frente, sus dedos acariciando sus rizos mientras Harry sollozaba.
"¿Por qué no me quiere?" Soltó entre llantos, Louis lo apretó con fuerza. "No fue mi culpa que ella se fuera."
"Lo sé, lo sé mi amor." Louis intentaba con todas sus fuerzas no ponerse a llorar, tenía que ser fuerte por él. "No te preocupes, vamos a encontrar un lugar."
Harry se alejó de sus brazos mirándolo confundido.
"No voy a dejar que vayas a vivir solo, ya sabías que iba a mudarme contigo en cualquier momento." Louis le limpió las lagrimas con una sonrisa. "Será nuestro, será nuestro lugar especial, nuestro hogar."