Teen Wolf Imaginas |REABIERTA|

Jealous

Las luces del campo de lacrosse se encendieron, fue entonces cuando comenzamos a entrar a este para ubicarnos en nuestros asientos para poder presenciar el juego de esa noche. Cómo era habitual, yo estaba ahí para apoyar a mi hermano mayor, Scott.

Me senté en la segunda fila, para poder estar cerca del campo, a mi lado, Lydia, mi mejor amiga, junto a Kira y Malia. Los jugadores de nuestro equipo entraron al campo, al igual que los jugadores del equipo contrario. Baje el escalón que me separaba del suelo y caminé hasta llegar a Scott, quien se encontraba junto a Stiles y, para mi suerte (notese el sarcasmo) Isaac.

No es que Isaac no me agrada,de hecho todo lo contrario, desde Scott lo incluyo a su manada que no puedo dejar de pensar en él. Algunos dirían que estoy enamorada de Isaac, y déjenme decirles que coincido completamente con esa afirmación.

― Solo vengo a desearles suerte. ― Dije una vez estaba junto a ellos. ― Especialmente a ti Stiles. ― Hable bromeando. Stiles negó fingiendo estar molesto.

― Gracias Emm. ― Scott sonrió hacia mí, mientras que Isaac solo bajo la mirada, lo que hizo que me entristeciera, después de todo, una siempre espera ser correspondida, pero claramente este no era el caso.

― Bueno, mejor voy a saludar a Brett, él está en el otro equipo. ― Dije sonriendo levemente. Brett se había convertido en un gran amigo desde que lo conocí por casualidad en un juego de Lacrosse, semanas antes. Luego de enterarme que era hombre lobo, pues todo cayó en su lugar y comenzamos a salir seguido.

― ¿Brett? ― La voz de Isaac hizo que me detuviera y volteara a mirarlo confundida. ― No sabía que ustedes eran amigos. ― Habló cuando vio que mi atención estaba en él. Scott y Stiles se miraron con una pequeña sonrisa, y por unos segundos quise matar a ambos.

― Oh, sí, nos conocimos hace unas semanas y nos volvimos amigos. ― Dije extrañada por la repentina reacción de Isaac. Este no contestó, solo asintió para luego tomar su casco y dirigirse hacia el entrenador.

Algo confundida, me dirigí hacia el banquillo del equipo contrario, en donde Brett se encontraba. Lo abraza por la espalda una vez llegue a él y este sonrió.

― Solo vengo a desearte buena suerte, aunque quiero que gane mi equipo. ― Dije separándome de él y mirándolo con una sonrisa.

― Pues muchas gracias, solo espero que no llores cuando les ganemos. ― Brett me miró sonriendo. Negué para luego voltearme y mirar a mi hermano.

― Oh, tranquilo, no van a ganar, nosotros tenemos un alpha.― Bromee para luego volver a mirar a mi amigo, este negó divertido.

― Y un beta que al parecer te gusta demasiado, pude sentir tu corazón acelerándose desde acá. ― Bromeó, lo miré sorprendida y golpee su brazo con cuidado.

― ¿Sabes que? Yo mejor me voy, tienes que terminar de prepararte, y todo eso. ― Comencé a caminar hasta mi asiento y pude sentir a Brett gritando, "¡Estas huyendo por que tengo razón!" Me volteé hacia él y le mostré mi dedo del medio. Una vez llegue a mi asiento, me ubiqué junto a Lydia nuevamente.

― No es por nada, pero Isaac no dejaba de mirarte mientras hablabas con Brett. ― Dijo Lydia.

― Shh, mira, ya va a comenzar el partido. ― Esquivé el tema y Lydia negó divertida.

Luego de unos minutos de partido, decidí ir por algo de comer a las máquinas expendedoras, le susurré a Lydia que volvía en unos minutos y ella asintió. Tomé mi bolso y baje las gradas para luego dirigirme hacia el interior de la escuela.

Los pasillos, como era de esperarse, estaban vacíos. Camine hasta llegar a la máquina expendedora y comencé a buscar algo de dinero en mi bolso. Sentí los pasos de alguien detrás mio por lo que me voltee asustada.

― ¿Lydia? ― Mi voz sonó temblorosa. Alguien posó su mano en mi cintura por lo que voltee asustada.

― Hey, tranquila, soy yo. ― Isaac me tomo de la cintura al ver que me había asustado, lleve una de mis manos a mi pecho y suspiré aliviada. ― Lo siento, no quería asustarte.

― ¿Qué haces aquí Isaac? ¿No deberías estar en el juego? ― Pregunte nerviosa, al ver que aún no había quitado sus manos de mi cintura.

― El entrenador me saco, y necesitaba hablar contigo. ― Susurro mirándome con una pequeña sonrisa, que aunque era pequeña logró que mi corazón se acelerara.

― ¿Estas bien? ¿Paso algo? ― Pregunte algo preocupada. Isaac rió y negó.

― Ven. ― Isaac tomó mi mano y caminó hasta la cafetería, en donde ambos nos sentamos. Iba a hablar, pero él se me adelantó. ― Voy a preguntarte algo, que se que no tengo el derecho de preguntar, pero de verdad necesito saber la respuesta antes de hablar de lo que tengo que hablar. ― Isaac habló rápido, haciendo que ría levemente. Asentí dándole a entender que podía preguntar. ― ¿Estás saliendo con Brett?

Solté una risa al escuchar aquello. ― ¿Qué? Isaac, no, no estoy saliendo con Brett, es solo mi amigo. Además, sería algo difícil, no soy su tipo. ― Dije con una sonrisa, Isaac me miró confundido.

― ¿No eres su tipo? ¿Enserio? ― Preguntó mirándome con una ceja levantada.

― Bueno, digamos que su tipo son los hombres. ― Dije con una leve sonrisa. Isaac entendió todo y sonrió levemente. ― De acuerdo, ahora que tienes mi respuesta, ¿qué es lo que querías decirme?

Isaac negó levemente, se levantó de su asiento y se sentó junto a mi. Lo mire confundida.

― Y-Yo... ― El chico dejó escapar una risa antes de continuar y me miró a los ojos. ― Yo estaba celoso. ― Susurro algo apenado, mis ojos se abrieron al escuchar aquello. ― Emma, me gustas, demasiado. ― Dijo dejando salir un suspiro, como si estuviera aliviado por haber dicho aquello.

En aquel momento, las palabras no salían de mi boca, por lo que lleve mis manos al cuello de Isaac y acorte el espacio que había entre nosotros juntando nuestros labios. Él no tardó en corresponder, llevó sus manos a mi cintura atrayendome un poco más a él, si es que aquello era realmente posible. Nuestros labios encajaban perfectamente juntos. Luego de unos minutos nos separamos y Isaac me sonrió.

― Voy a tomar esto como un: También me gustas, Isaac. ― Susurro causando que riera.

― También me gustas, Isaac. ― Susurre segundos antes de que el chico volviera a juntar nuestros labios.