Cuando tienes las cosas tan claras, tienes que huir y empezar de nuevo.
Otra vida experimentar, para acabar en otro lugar.
Cuando crees que el amor llama a tu puerta, sólo te esta preparando para el amor correpondido.
¡¡os he dejado con la intriga...
Llevaba un mes viviendo en Chicago y la verdad que no se estaba nada mal, veía igual a las chicas y la ciudad era más bonita y grande. Yo necesitaba distraerme de Damon y mis comidas mentales así que solo iba que por ahí o por allá, sola o con Am o ambas.
Era sábado y estábamos en un pub al lado de la playa tomando algo las tres disfrutando de la noche y de la compañía. Iba vestida asi:
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Vi como un par de personas cogian una silla y las ponian en nuestra mesa, Matt, Damon y Harry, lo que me sorprendió más fue que Damon se sentó a mi lado.
-Que haceis aqui amor?-preguntó Am sorprendida a Matt.
-Me dijiste que estarias aqui y hemos venido cariñito-dijo dandole besitos.
-Estas preciosa esta noche-dijo Damon mirándome intensamente, giré la cabeza para mirarle alzando una ceja.
-Me lo dices ami?-pregunté confusa y vino el camarero.
-A ella póngale un jackdaniels con redbull y otro para mi-dijo al camarero y se fue.
-Porque me invitas?-pregunté sorprendida, notaba la mirada de Am picara.
-Me apetece-dijo el sonriendo de lado. Pensé en no ser borde y dejar el pasado a un lado asique no dije nada más y hablemos todos con todos riéndonos. Eran las 2, y ya todos nos íbamos a casa, yo iba a coger un taxi pero Damon se adelanto.
-Te llevo a casa-dijo el educadamente.
-Esta bien, que te pasa?-pregunté extrañada. Me despedí de los demás y fui con el.
-Nada Jane-dijo el entrado en el coche. No hablemos en todo el camino, aparco enfrente de mi casa y yo me quite el cinturón.
-Quieres entrar?-pregunté tímidamente y vi como sonreía.
-Estaba esperando a que me lo preguntaras-dijo el riéndose un poco y bajemos a la vez, entremos en casa y cerré todo con seguro.
-Eres libre de beber, fumar y hacer lo que quieras ya lo sabes- dije hiendo a mi habitación quitándome el top y luego la falda. Me puse un pijama corto de seda y encaje negro y salí hacia el, vi como dejaba uno liado al lado suyo como si fuera para mi y empezó a liar otro.
-Gracias, te hago un vaso de leche con neskuik?-pregunté guiñándole el ojo y sonrío.
-Si, saben mejor echos por ti-dijo volviéndome a guiñar el ojo. Sonreí hiendo a la cocina y los hice, volví con ellos y me senté a su lado.
