Un sentimiento de culpa se instaló en su cuerpo al ver lo que había echo.
Sesshomaru la boto su departamento con mucha pena, se sentía una horrible persona.
Pero después de todo la acabache vestía bien no parece que tuviese problemas con el dinero así que se les arreglará sola. Eso pensaba el, lastima que se equivocaba.
Ya pasó unas horas, pensando solo en la acabache se hizo muy tarde.
-Las 23:45...-dice mirando su reloj.
Solo se quedó sentado mirando hacia la nada de cierto le preocupaba pero decidió que era momento de que borrara esos pensamientos.
Con cansancio se disponía a dormir pero antes daría un paseo, no le importo la hora lo único que quería era no pensar en todos sus problemas.
Al momento de abrir la puerta kagome cae de espaldas asustándolo. Estuvo sentada atrás de la puerta todo este tiempo.
Ella no podía dejar las cosas así que se sentó en la puerta "tendrá que salir algún día" con ese pensamiento poco a poco se quedaba dormida hasta que ya no pudo.
Cuando se despertó del susto miro hacia el techo divisando a su prometido que la miraba en estado de shock, sin dudar se levantó y lo abrazo.
-No tengo a donde ir-hunde su rostro en su pecho-Di todo mi dinero para compartir este departamento contigo-dice tratando de no dormir.
Mientras tanto sesshomaru está confundido, demasiado, tal vez si jamás le hubiera propuesto matrimonio cuando eran niños esto no hubiera pasado.
La vio tiritar de frío, temblando cual cachorro en invierno, era conocido por ser serio, frío, tosco incluso lo difamaron como un hombre cruel y sin sentimientos pero la realidad es que el no era así por lo tanto no tenía opción.
Vio como esa cosita se quedó dormida y se aferraba al calor que su cuerpo emanaba, la cargo con cuidado y la llevó a su cama, se aseguró de taparla para que no pasase frío.
Como el departamento era pequeño no tuvo otra más que irse a dormir al sofá, la vio durmiendo plácidamente calentita en su cama....¡Su cama!, el no era de compartir sus cosas pero por esta vez haría una excepción. Ya hablaría con ella en la mañana.
Se puso su pijama, tenía todo listo para dormirse camino hacia en sofá y se tumbo.
Paso unos minutos y aún no conciliaba su tan añorado sueño, trato de acomodarse en ese incomodo sofá más solo consiguió caerse al suelo.
-¡Demonios!-suelta un gruñido enojado.
Nuevamente trato de acomodarse, aún lado al otro de aquí para allá.
¡Maldita cosa del demonio!
Ese era su pensamiento del pobre sofá que era objeto de que pensara más de mil maldiciones y groserías....no tan bonitas.
Con la cara molesta se sentó el sillón y cruzó los brazos, se enrollo con las cobijas y decidió dormir sentado.
Pero por más que trataba simplemente no podía, el dolor en su cuello y en la espalda lo estaban matando.
-Solo un momento más...-dice tratando de cerrar sus ojos.
Para el paso solo unos momentos.
-¿El sol?-vio como los rayos del sol entraba por la ventana.
Genial, no durmió en toda la noche y tiene un dolor horrible en todo su cuerpo, que Bonita forma de pasar la noche.
-¡Sesshomaru!-la acabache lo abraza de sorpresa.
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Hola ¿Quieres casarte conmigo?
Random¿Fue el destino? ¿la vida? ¿Su hermano? ¿Quien fue el que trajo a esa acabache a su vida? su ternura era capaz de cautivarlo, sin embargo ella dijo algo que lo sorprendio demasiado. -¡Hola! ¿Quieres casarte conmigo?- -¿Estas loca mujer?-