CAPÍTULO 22

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KyungSoo

Me despierto y nuevamente miro al techo.

Tengo que ponerme de pie y hacer el desayuno, así que decido ponerme en marcha y asearme.

Una vez terminado salgo de la habitación y me dirijo a cocinar decentemente ya que hay un invitado y sería descortés atenderlo mal siendo de la realeza.

Comienzo a cortar algo de carne y asarla cuando me doy cuenta que me miran.

- Disculpa, no era mi intención asustarte. – Me dice Lord Oh SeHun.

- Disculpe usted, el descuido fue mío por asustarme, ¿ha desayunado ya? – Le pregunto continuando mis labores.

- No y no me importaría. – Hace una pausa y se detiene para continuar.- Es decir, ¿qué piensa cocinar usted?

- Pienso hacer carne y papas sazonadas, ¿podría degustarlo? – Le digo.

- Sería un honor. – Me responde.

Y así continúo cocinando bajo la mirada del Lord hasta que el silencio se ve interrumpido por él.

- Y bien joven Do, ¿cuánto va que trabaja para Kim JongDae? – Pregunta.

- Pues ya van 5 años. – Contesto.

- Vaya, es mucho tiempo. A todo esto, ¿usted ha aprendido algo?

- Pues he aprendido defensa personal y manejo de armas básico, creo que es lo suficiente para defenderme. – Le digo.

- Nunca se está lo suficientemente preparado para defenderse.

Interrumpo la plática para pedirle que deguste la comida y el Lord toma asiento en el comedor.

- ¿Qué tal ha quedado? – Le pregunto.

- Exquisito. – Me dice.

- Me alegra que le haya gustado mi Lord. – Le digo.

- No me ha gustado más que hablar con usted.

Siento mi cara arder ante tal comentario y tomo los platos hacia el interior de la cocina.

En eso escucho a JongDae y a JongIn bajar, el primero en hablar es Chen.

- Mi Lord, ¿Es que ha desayunado ya? – Pregunta el cazador.

- Por supuesto, este lindo jovencito me ha atendido muy bien. –Escucho al Lord responder a mi espalda.

- Me alegra que haya sido así, con permiso. – JongDae se retira.

- Propio. - Responde el Lord.

Mientras, JongIn vuelve a subir las escaleras.

- Joven Kim, ¿va a desayunar? – dice el Lord.

Sólo se escucha el estruendo de la puerta de su habitación siendo cerrada.

Alguien se levantó de mal humor.

Y así pasaron 4 semanas y al parecer Lord Oh SeHun me hizo más compañía que lo que fue en 5 años en esta cabaña.

Una tarde nos encontramos plenamente platicando sobre nuestras vidas y Lord Oh SeHun me relató:

- Yo estuve casado una vez, un chico hermoso se llamaba LuHan. Era tan lindo, me recuerda tanto a ti. – Dice.

- ¿Y qué le pasó? – Le pregunté.

- Murió, lo mataron.

- Es una pena, lo siento micho mi Lord. – Contesto.

- Tranquilo, sé que está en un lugar mejor. Le hubiera encantado conocerte, se hubieran entendido mucho. – Habla él.

- Ohh, bueno, hubiese sido un honor.

- Sabes Soo, me gustas mucho. – Me dice el Lord y me siento incómodo pero continúa.- No te pongas a la defensiva Soo, necesitas aceptar halagos.

- Bueno, es que nadie me los ha dado por eso es que me siento extraño. – Trato de zafarme de la Situación.

- Mira, - Empieza a hablar – Si pudiera darte todos los halagos que existen o si pudiera decirte lo bello que eres te haría una pintura. – Finalizó mirándome a los ojos.

- Mmm Lord Oh SeHun, no sé cómo reaccionar ante esas bellas palabras. – Le digo tímidamente, es la primera vez que alguien me habla así de bonito.

- Si quieres demostrar agradecimiento, me basta con que me des un abrazo. – Contesta.

Y de una manera repentina me encontraba entre los brazos de Lord Oh SeHun, tratando de corresponder el abrazo y no ponerme nervioso ya que mi corazón se encontraba bombeando rápidamente.

Pasaron las horas después de ese abrazo y estuvimos hablando gratamente hasta que la Luna se encontraba decorando el cielo, los grillos sonaban a lo lejos y se sentía la brisa fresca del aire con olor a pinos que llegaba hasta la cabaña; ahí, en la parte externa del patio de la cabaña, SeHun y yo fortalecimos lo que sea que teníamos, nos conocimos y por fin pude hablarle de aquella persona que tanto inquietaba mi vida, mis sueños, mi respiración y mi ser entero.

JongIn.

- Entonces señorito ¿Usted lo quiere? – Me pregunta dudoso de mi respuesta mirándome a los ojos con un semblante que no pude descifrar.

- Le tengo tanto cariño, porque no puedo olvidarlo ni un segundo tal vez ese caparazón duro que tiene está porque busca protegerse a sí mismo de los demás y no confiar en nadie, pero demonios que lo haría feliz sé que es muy pronto para decirlo, pero siento mucho por él aunque él no lo haga desde el momento en que lo conocí esa noche en el bosque durante mi rescate. – Le contesto.

- Vaya, es como si me escuchara durante los primeros años de conocer a LuHan él realmente tenía miedo de que nuestras familias se opusieran. – Explica SeHun. – Pero al final el amor fluyó.

- Que envidiasi tan solo pudiera entrar en el corazón de JongIn. – Digo lastimosamente.

- KyungSoo, no te aferres yo puedo amarte mejor. – No sabía qué demonios decir ni para dónde mirar, sinceramente no me sentía capaz de amar a Oh SeHun como se lo merecía.

Mientras yo miraba al suelo tratando de evadir su mirada, sentí que sus manos levantaban mi cara hasta toparme con sus ojos brillantes por el reflejo de la Luna y estaba tan ensimismado en ello que no noté que nuestras distancias se acortaban hasta que sentía su respiración con la mía.

No puedo.

No puedo hacerlo.

Él se merece algo mejor.

Así que aparté mi rostro hacia un lado sintiéndome arrepentido.

- Yo Lo siento, realmente no puedo. – Le digo con la cara de vergüenza.

- Está bien, señorito KyungSoo, está todo bien.

No se amontonen, tranquilas He vuelto.

© La Gema Sangrienta ~ ❇KaiSoo❇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora