¿Y si regresas y te cuento un secreto?
Quizás ahora sí podamos entendernos y ya no importará la distancia en la que mantenemos.
Ven aquí, prometo escribirte poesía todas las noches mientras el universo y las estrellas observan tú belleza.
Conviértete en mi décima musa y adoremos aquellas deidades que fueron olvidadas en el tiempo.
Piénsalo, quizás te convenza con mis humildes versos lo que mis labios no son capaces de pronunciar a viva voz.