CUARENTAIUNO

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Mi mente aún intentaba procesar lo que me estaba pidiendo, creía que esto solo se trataba de una broma de él, pero su voz sonaba tan indiferente, me sentía extraña, de alguna manera su petición me hacia sentir sucia. No era un juguete, no era alguien de quien se divertiria y burlaria

No queria hacer lo que me pedía

—¿No escuchaste Isabella? Ó quieres que te...—No deje que terminara de hablar, mi voz apenas audible sonó en las profundidades de la habitación

—N-no

—¿No? ¿No, que?—Su voz solo se hacía cada vez mas intensa, mas molesta

—No lo har-é

—¿No lo harás? ¿Crees que te estoy pidiendo permiso?

Me sentía tan vulnerable, sola, expuesta, quería correr fuera de esta habitación, quería estar lejos de aquí, quería alejarme de él. Temía por lo que estaba a punto de pasarme, el era mas alto que yo, tenía mucho mas fuerza, probablemente él conocía mejor este lugar, no habría manera de escapar

—... ¿Me escuchaste? No eres nadie Isabella, no eres nada, no estas en condiciones de decirme lo que quieres

El seguía hablando, mientras yo me debatia, entre obedecerle o intentar luchar contra él, evitar que esto sucediera y talvez, solo talvez se aburriria de mi y me dejaría ir

—... Tú haces lo que yo te diga ¿Hai capito?

Su voz resonaba por toda la habitación, en ciertas ocasiones usaba palabras o frases que no entendía. Él permanecía en ese mismo sitio, frente a mí. Sabía que estaba entrando en desesperación, su voz llegaba hacer bastante brusca, me causaba escalofríos, aun así se podía sentir la tensión en la habitación

Questo è fottutamente stupido...—Murmuró para él mismo

Su voz sonaba ahogada e inclusive con incredulidad. El escapar era en este momento algo sumamente importante, pero no podia evitar preguntarme

¿Que sería capaz de hacer para salir de aquí?

Y aunque lograra salir de aquí, el me dejaría marcada de una manera tan cobarde, tan vil. Pero el hecho era que no podia permitirlo, me sentía sucia al hacer esto, me avergonzaba de mi misma, temía que todo me saliera mal

—¡HAZLO ISABELLA! ¡AHORA!

Su voz sono en un tono bastante alto, pude sentir como los músculos de mi cuerpo se tensaron al escucharlo, no podía dejar que el miedo me invadiera, no dejaría que el acabara con una parte de mi, pero

¿Y si ya lo había hecho?

—¡NO LO HARÉ!

Grite tan fuerte como él, pareció sorprenderle pero unos segundos después comenzó a reir, aproveche esa breve distracción para tomar la bata que justo antes me cubría. Se levantó del lugar de en donde se encontraba, camino lentamente hasta donde estaba

Retrocedí a tal punto que quede entre la pared y él, ya no sonreía, ahora solo me miraba con un expresión neutral. Puso ambos brazos a mis costados, para evitar que pudiera moverme, todo estaba en un profundo silencio, hasta que el hablo

AMORE OSSESSIVO "ANTUAN"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora