Capitulo¹

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-No salgas por favor- Tomo su brazo para impedir de alguna u otra forma que se vaya. Imaginar su partida es dolorosa, pero el vivirla se sienten como millones de agujas en el corazón

-Debo irme Cloe, se me hace tarde- De un tirón logra sacar su brazo de mis manos y el vacío que deja su cuerpo se hace cada vez más grande- Además yo no creo en esas cosas tuyas, son solo una excusa para tus celos- Intenté retenerlo nuevamente, pero esta vez él es más rápido y se mueve antes de siquiera poder reaccionar coherentemente sobre mis acciones

-Quédate por favor, de verdad no vayas- Nunca le había rogado tanto a alguien para que se quedara como ahora yo lo estoy haciendo con él. No sé si esto se trata de miedo a lo que le pueda pasar, o es la dependencia que tengo hacia él- Te necesito aquí en casa

-Tengo que ir a trabajar, tenemos muchas deudas que pagar Cloe- Toma el mango de la puerta dispuesto a irse. No voltea a verme, lo único que veo son sus grandes hombros y piernas moverse a la distancia.

El traje negro que lleva está limpio y perfectamente planchado, dándole un aspecto profesional y varonil. Logro notar como su paso comienza a ser acelerado y su respiración comienza a cortarse- Estas siendo muy paranoica Cloe, en los cajones de la habitación hay unas pastillas, evita excederte con las cantidades, ahórrame la visita al hospital. Volveré para la cena- Grita para finalmente introducirse en el vehículo. Por último, suelta un vago y sin sentimiento- Te amo - Y sin decir más, arranca el auto y se va.

-Pero nunca volvió ¿Cierto? -Pregunta el psicólogo con el bolígrafo en una mano y la libreta en otra, tomando apuntes de lo que supongo yo, de lo que le acabo de contar.

-Exacto, él jamás volvió para cenar. Murió de dos balazos en la cabeza, caminaba por ahí cuando empezó una guerra de balas entre diferentes bandas- Tomo mis manos nerviosa y continúo relatando lo dicho por la policía- Él no sabía que pasaría, en cambio yo sí, ese día había preparado su comida favorita, yo...

- ¿Lo hiciste aun sabiendo que no volvería? -Me interrumpió. Podía notar la gracia que emanaba al hablar, como si estuviera burlándose de mí y la situación que viví hace cinco meses atrás

-Tenía la esperanza de estar equivocada, yo tenía la esperanza de que en la noche él tocara la puerta de nuestra casa y cenáramos juntos. Decirle que lo amaba y que era la única persona en el mundo que tiene mi corazón.

- ¿Por qué te dijo que no te excederás con las pastillas? ¿Solías drogarte con ellas? -Y así, sin más, cambio el rumbo de la conversación, de forma tan natural y sin ser forzada, me dispongo a responder la pregunta

-Nada de eso, suelo calcular mal las proporciones y soy muy terca, aún que me diga "solo una" yo pienso que entre más, mejor- Aquello era verdad, si una no logra tranquilizarme, entonces unas cuantas más a mi sistema lo harán

-Con respecto a la boda...- Frank, mi psicólogo, cambia de tema a una dirección con terreno delicado- ya tenían todo listo ¿Cierto?

-Sí, solo faltaban las invitaciones- Las al menos doscientas cartas se encontraban hoy en día en el sótano- Luego de su fallecimiento decidí obviamente no enviarlas, cancelé todo.

-Debió haber sido mucho dinero

-Eso es lo de menos Frank, cuando hay amor- Levanto un poco mi cuerpo para poder sentarme más cómoda en el sillón del consultorio- En lo último que piensas es en dinero

- ¿Lo extrañas? - pregunta con la vista fija en su libreta

-Que pregunta más tonta Frank- sonrió irónica- Extraño a Namjoon cada día de mi vida, ojalá hubiese impedido que se fuera aquel día...

Hay veces en las que me pregunto ¿Qué hubiera pasado si Nam no hubiese muerto? ¿Estaríamos casados ahora? Porque con las cosas que han estado sucediendo en lo que quedaba de su existencia, no nos estaba yendo bien

De algo estoy segura es que ese hombre fue una de las personas más importantes en mi vida, Nam pudo darme y enseñarme cosas que nunca pude siquiera imaginar con alguien más. El amor es uno de los sentimientos más hermosos si se vive con la persona correcta, y yo creía que Namjoon era esa persona hasta el día en que se fue.

Aun puedo sentir sus manos recorrer cada rincón de mi cuerpo. Los suspiros y jadeos, junto con las embestidas rítmicas de su cuerpo, nos unía en una fantasía tan hermosa pero tan sincronizada, que el pasado tormentoso quedaba en el olvido. Lo nuestro era una cosa divina, digna de admirar a los ojos de ángeles en el infierno.

Lo nuestro era la lucha de nuestras almas diferentes compartiendo un sentimiento reciproco, el de la dependencia. Si bien Nam era un persona prepotente y molesta, sus palabras melódicas podían convertir el cielo lluvioso en un bonito día de primavera en cuestión de minutos, y a mi cuerpo le encantaba aquello. Los recuerdos a su lado no eran dolorosos, sus gritos desesperados en los últimos meses no me molestaban, podía comprender que estaba estresado por el trabajo, por lo cual, al menos su falta de interés no era incómoda para mi

-Era algo destinado a ser, no podemos cambiar el destino-

Pero tampoco esta tallado en piedra.

El sonido de la alarma indicaba que el tiempo había terminado, por lo tanto, dejo mis pensamientos de lado para comenzar a tomar mi bolso e introducir dentro un caramelo regalado por Frank. Me trata como niña

-Eso es todo Cloe, que tengas un gran fin de semana, recuerda que nuestra próxima cita es este martes- habla con un tono normal a la par se levantaba de su asiento y acomoda sus gafas de lectura

-Si con respecto a eso...

-Debes venir a todas las citas Cloe, es necesario, es para tu bien- sonríe amigablemente y su sonrisa termina convenciéndome.

-Bueno, ya que ¿El martes a la misma hora?

-A la misma hora

Luego de eso, salgo del cuarto dispuesta a irme hacia mi auto para llegar a casa, recordar el día en donde mi futuro esposo murió por dos balas perdidas me ponía mal, pude haber impedido que eso pasará, pero en cambio dejé que se vaya. Si tan solo hubiese ido con él, si tan solo lo hubiese previsto mucho antes.

El pasado es mas seguro que el futuro. Él hubiese no existe, por lo que el arrepentimiento es un cero a la izquierda.

Ahora que puedo pensar todo con claridad, mi vida ha ido en picada desde que ellas aparecieron, desde la muerte mi madre hasta el hombre en el puente. Lo único bueno que tenía en mi vida, también fue arrebatado por su culpa.

No hubo día de mi vida en el que no creyera que la miseria era una cajita introducida en mi cuerpo dispuesta a arruinar los momentos felices y lúcidos, porque de algún modo no podía explicar la mala suerte que estaba viviendo. Mi prometido había sido asesinado días antes de nuestro matrimonio ¿Tan mala mujer soy... que las Black Shadows creyeron que no merecía ser feliz?

Entro a mi auto aun con los recuerdos de esas sombras en mi mente, me despido del psicólogo con un movimiento de mano y arranco a la calle. Conduzco por la fría cuidad y paso por el lugar de la balacera de mi prometido, aun podía ver pequeñas manchas de su sangre en la pista, manchas que con la velocidad no me detengo mucho a contemplar, pero el recuerdo de esa noche sigue presente.

-Hola- respondo al llamado

- ¿Usted es Cloe Jonhson? -Pregunta un hombre al otro lado de la línea

-Si, soy yo- Hablo. Las punzadas en el pecho que indicaban que las cosas no estaban bien, estaba ahí presente, dolorosas y difíciles de soportar- ¿Qué desea?

-Soy del departamento de policía en Montreal- Dice el sujeto con voz grave, pero muy poco varonil- Vengo a informarle que el joven Kim Namjoon está muerto

¿Qué tan mierda harán mi vida las Black Shadows?

🍒

Aquí el primer capitulo editado;) un poco tarde pero neh

Espero que tengan una linda navidad, nos leemos luego:D

Lxs amo ♡ bye

• Black Shadows; Jjk •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora