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《Soy un maldito enfermó 》 pensó Billy.

Y otra vez había actuado por mera necesidad yendo a la casa de Steve sólo para poder pasar tiempo con este. Cada vez la necesidad de querer estar con él se apoderaba.

Billy no podía evitar que sus sentimientos lo dominen aunque en el fondo amaba la idea de actuar por puro sentimiento e instinto.

Lo observaba tan detalladamente que podía incluso saber como este se sentía sin que se lo diga.

Se había memorizado tan detalladamente los gestos de este.

Seguía observándolo, observaba como su mirada se oscurecía y una mueca de tristeza aparecía en sus hermosos labios.

Este se quedo en el sillón sin hacer ruido hasta que Steve término la llamada.

Steve fue el primero en hablar.

-Otra vez mis padres no vendrán para navidad- Steve suspiro angustiado, una mueca de tristeza aparecía en su rostro que rápidamente intento ocultarla.

Billy pudo sentir una punzada de dolor el su pecho al observar esa mueca en su rostro.

Él conocía más que bien ese sentimiento de abandono por parte de su familia y lo que menos quería es que Steve se sienta triste o abandonado.

Hace mucho tiempo que había dejado de festejar navidad con su familia. Sabía que no era querido por la familia de Max, siempre sintió la mirada de disgusto sobre él cada vez que se reunían en California. Por lo tanto sus últimas navidades había decidió pasarla sólo.

Su padre no se negó e incluso parecía fascinado por la idea de este no esté en las fiestas.

Él más que nadie quería que Steve no pase sólo su navidad.

-¿Quieres pasarla juntos? mi familia se va a California y yo voy a estar solo- Billy había intentado sonar casual pero se moría de nervios por la respuesta.

No podía creer lo que le producía estar enamorado. Tantos sentimientos aparecían de pronto que se asustaba de sus propias reacciones.

Nunca se había inquietado y sentido nervioso  por la respuestas de alguien.

Steve no tardó ni un seguro en responder.

-Claro-Dijo sin ocultar la felicidad por la propuesta.

Ambos se sonrieron.

Cada vez que observaba sonreír a Steve se sentía tan bien con sigo mismo que automáticamente toda sus preocupaciones se iban en segundos.

Steve se estaba convirtiendo en su mundo y eso le fascinaba aunque le aterrizaba en el fondo.

¿Qué tal si un día Steve decidía mudarse del pequeño pueblo?

Todo su mundo iba a desmoronarse.

La peor parte de sentirse así por Steve eran los miedos y las inseguridades que lo destrozaban.

Pero solo iba a ignorar los malos pensamientos e intentar vivir cada segundo que pudiera junto a Steve.

Ambos deseaban que ya llegará navidad.

Nota: primero que todo gracias por leer. Originalmente sólo iba a tener 3 capítulos pero me di cuenta que me quedaba corto con solo y decidí que no tenga un numero fijo pero dudo que sean más de 10 capítulos.

¡Besos! Feliz años nuevo uwu

marica;harringrove Donde viven las historias. Descúbrelo ahora