Strawberry Flavor 🍓 GuanHo

🍓 c e r o

A Kuanlin le gustaban los niños lindos como Seonho.

Interesante, pensó Park Jihoon, el amigo intímo de Kuanlin.

Kuanlin se quedaba escuchando como los chicos de la escuela lo querían incitar a besar al niño más tímido del salón, ese chico que todos dicen que se coloca un labial de fresa, ¿Eso quería decir que sus labios sabían a fresa? No muchos lo sabían. Pero él quería probar los labios del precioso pollito, un chico tan tierno y esos ojos levemente adormilados que aveces tenía, sentandose este en el último puesto del salón, sinceramente al chico le gustaba mucho verlo aunque sea desde lejos, un chico tan tierno y tímido como él era perfecto, lo era en serio.

— ¿Crees que Seonho es lindo?

— Seonho es hermoso —Afirmó, entonces Park Jihoon colocó una de sus manos sobre los hombros de Kuanlin para decirle algo.

— Creo que tiene novia, no le gustan las personas, no te le acerques —Le dijo en una forma de advertencia, Kuanlin a pesar de todo eso y que se sentara en el último puesto del salón le gustaba gustando eso, en serio no sabía realmente por qué sentía esas cosas por él desde lejos, pero incluso si el chico fuese grosero tendría gran tentación de hablarle.

— Pero... Me atrae —Mencionó.— Me parece muy lindo y... —No alcanzó a terminar la frase debido a que Jihoon le cubrió la boca por el alto volumen de su habla, el chico ya estaba entrando al salón.

— No deben enterarse, no soportarás esos rumores —Susurró cerca de su oído entonces el contrario aceptó lo dicho por su mejor amigo.

— P-Pero... —Dio un suspiro ya que realmente Jihoon le impedía muchas cosas anpesar de que todo fuese para su bien. Seonho se mantenía en el último puesto del salón leyendo un libro, era un chico lindo y eso no paraba de dar vueltas en la mente de Kuanlin, y en uno de los bolsillos de su chaquetón un lápiz labial color rosa, que deseguro era sabor fresa.

— Vamos, yo sé que vas a querer hablarle —Mencionó Sungwoon por detrás de Kuanlin y Jihoon le reprochó por eso.

— Lo vas a tentar.

— Tal vez le escriba una carta —Aclaró Kuanlin intentando no mirarlo demasiado, Seonho se podía molestar por eso, sus amigos podían tener razón.

Ese día Kuanlin caminó a su casa solo, Kuanlin le gustaban los chicos lindos desde que era un pequeño, no le gustaban las chicas y creía que había encontrado al chico perfecto, aunque Seonho no supiese del todo en el mundo en que estaba.

"Seonho no tenía amigos."

"Seonho era solitario."

"A Seonho le gustaban las fresas."

Rumores y rumores por cada pasillos de los salones de la escuela, chicos de solo dieciséis años aún experimentando cosas nuevas como los adolescentes que eran. Kuanlin quería ir más allá de un simple hablar con Seonho, pero el problema es que no sabía cómo hacerlo.

Esos impulsos de ir hacia él sin pensar.

Pasaban los días e incluso en educación física Seonho estaba solo sentado en una esquina, con una remera blanca y con sus pies juntos abrazandolo con sus brazos, su rostro tenía una expresión levemente acomplejaba, hacía pensar a Kuanlin como si el chico estuviera esperando algo o alguien, pero a la vez el chico ante todos los ojos de los estudiantes parecían querer dejarle totalmente solo y apartado, sacó su balsamo labial sabor fresa y lo aplicó en sus labios, luego untó ambos labios, el labial que sostenía en sus manos era un poco pequeño, en un entonces Guanlin pensó una vez más también en que quería besar sus labios.

"Sabor fresa."

"Sabor fresa."

"Sabor fre..."

— Seonho sólo quiere dar pena —Comentó uno de los estudiantes.— Es un niño... El cual quiere dar pena —Kuanlin escuchó claramente eso, y por alguna razón le había dolido a pesar que ni siquiera era él el criticado o alguien cercano a él, muchas veces Guanlin podía ser mucho más sensible de lo que parecía, en serio.

Kuanlin se dirigió a su casa intentando quitarle la importancia a todo, a todo lo que le inquietaba en la escuela, cuando volvía a su casa comúnmente le estaba esperando su hermana, generalmente sus padres trabajaban y siempre llegaban tarde, se había convertido en un habito no encontrar a sus padres en casa.

Su hermana no le dijo nada, sin embargo le dejó un plato de comida en la mesa, una comida seca la cual Kuanlin se la comío completamente con sus palillos sin dejar pequeño rastro, se levantaba para dejar el plato en el lavaplato y retirarse hacia su habitación. Allí siempre podía decir que estaba tranquilo, un cuarto en donde nadie le podía molestar y reprochar nada, encontraba su pequeña paz en ese lugar después del pesado día de escuela, en su escritorio algo viejo unas hojas de papel también viejas en donde Kuanlin escribía lo que sentía cuando se sentía cansado o estresado, luego las tiraba al basurero para no tenerlas acumuladas, aún así hoy quería hacer algo diferente, expresar algo, que era diferente de lo habitual.

Expresarse a Seonho.

Estuvo a punto de tomar el lápiz, pero en esos momentos retrocedió.

No quiso entorpecer, no quiso que el chico supiera lo que sentía por un monento, quizás era miedo, exactamente no lo podía saber pero su decisión había sido un "No".

¿Seonho era lindo? Así es.

¿A Seonho le gustaban las fresas? También.

¿Seonho era discriminado? Claro que lo era.

Tantas preguntas en su cabeza respecto al chico que le atraían le dejaban más tímido de lo que era hacia Seonho, quisiera estar con él y si se pudiese hablarle pero en realidad... Debía pensarlo.

"Creo que tiene novia, no le gustan las personas, no te le acerques."

En cierto punto Jihoon había sido un pequeño impedimento o desaliento para acercarse a Seonho, aunque si el chico tenía una novia y era heterosexual quizás era el fin de lo que tenía que sentir por él, y que también no era la persona indicada para él pero tenía esperanzas, ¡Las tenía! Tenía eso presente como nunca, quería a Seonho, y cada vez que lo veía en el último puesto del salón se veía tan solitario y también como si quisiera compañía, pero quizás no era así, quizás las apariencias engañaban y Seonho no era el pollito que aparentaba.

Aún así, a Guanlin le gustaba Seonho.

Y a Seonho le gustaban las fresas.